De una u otra forma, la figura de Rafael Mitjana Ardison, como arquitecto municipal de Málaga, industrial y comerciante está suficientemente estudiada por autores como Francisco Rodríguez Marín, Amelia Montiel Bueno y Alfonso Simón Montiel. Por eso me limitaré a destacar alguno de los aspectos más relevantes de este personaje.
Según distintos libros parroquiales existentes en el Archivo Eclesiástico del Ejército, Rafael contrajo matrimonio en Málaga, el 28 de mayo de 1820, con Ramona de las Doblas Gutiérrez Ravé, hija de don Francisco de las Doblas y de León, oficial primero de la Contaduría de Marina del puerto de Málaga, y de doña María Micaela Gutiérrez Ravé (o Rabe) y Navarrete. Ambos contrayentes eran naturales y vecinos de aquella ciudad; Rafael era feligrés de la parroquia de los Santos Mártires, mientras que Ramona lo era de la parroquia castrense en razón del empleo de su padre.
Aunque Francisco Doblas era natural de Córdoba, residía en Málaga desde antes de 1803, ya que en ese año nacía en dicha capital su hija María Joaquina Agustina, concretamente el 28 de agosto, que era bautizada al día siguiente en la iglesia de Santiago; en la correspondiente inscripción en el libro de bautismos Pedro Poyatos, cura de la iglesia castrense de la plaza de Málaga, hizo constar que el padre era oficial de la Comandancia Militar de la provincia (en referencia a la provincia marítima de Málaga). Sin embargo, María Gutiérrez Ravé era malagueña de nacimiento, aunque su familia tenía ascendencia en Andújar y Sevilla, así como en varias poblaciones de la provincia de Córdoba, incluida la capital.
En los años siguientes la familia de Francisco Doblas fue creciendo; así, el 15 de noviembre de 1804 nacía Rafaela Eugenia Rosalía que sería bautizada el 19 de ese mes, siendo su padrino Josef Pica y Ferrer, comisario cuadrillero de la Santa Hermandad de Toledo; el 7 de marzo de 1806 llegaba al mundo Francisco de Asís Josef Ramón Tomás de Aquino, bautizado en la iglesia de Santiago tres días más tarde, apadrinado por su tío Josef de las Doblas; finalmente, el 24 de julio de 1808, pocos meses después de haberse iniciado la Guerra de la Independencia y tan sólo cinco días después de la victoria española en Bailén, nace Cristina Ramona Isabel Juana Nepomucena, bautizada tres días más tarde, también en la iglesia de Santiago, con el madrinazgo de su tía Isabel de las Doblas; en esa época Francisco de las Doblas había unido a su empleo de oficial de la comandancia militar de Marina el de alférez de las milicias navales.
Después de este nacimiento, Francisco de las Doblas permanece en Málaga durante la guerra e, incluso, mientras la ciudad está ocupada por los franceses y bajo el gobierno de José Bonaparte; en ese tiempo sigue manteniendo su empleo en la comandancia de Marina, lo cual no implicaba que fuese partidario decidido de los josefinos o afrancesado. Aunque no consta la fecha exacta, debió ser en aquella época, o poco después de terminada la guerra, cuando fallece la madre de Ramona y esposa de Francisco, María Gutiérrez Ravé.
Posteriormente, Francisco se casaría con Ana Escudero Herrera, de cuya unión nació el 31 de enero de 1816 Rafael Pedro Nolasco Carlos Antonio de Padua, que sería bautizado al día siguiente en la iglesia de Santiago, apadrinado por Antonio y María de las Doblas, hermanos solteros.
La red familiar de Ramona de las Doblas se amplia, con sus abuelos paternos, Rafael de las Doblas y Francisca de León y Blázquez; y los maternos, Manuel Gutiérrez Ravé y Salvadora Navarrete.
Cuando contrae matrimonio, Rafael Mitjana ya era copropietario de una fábrica de naipes, junto con Juan Rubio e hijos. Unos meses antes había tenido lugar el pronunciamiento de Rafael de Riego en Las Cabezas de San Juan que había dado lugar al establecimiento de un régimen liberal en España. Rafael probablemente viviría la llegada del caudillo liberal a Málaga, el 18 de febrero de 1820, y cuatro años después, en 1824, Mitjana demostraría su comunión con aquellas ideas al esconder en su casa una bandera liberal, a pesar de la represión absolutista de Fernando VII desatada desde 1823; según contaría él mismo años después.
En efecto, según recogieron algunos periódicos, el 13 de marzo de 1834 Rafael Mitjana se personó en el Ayuntamiento malagueño con una bandera, mientras se procedía al alistamiento de voluntarios en la milicia urbana; dicha enseña era: “la augusta bandera que en tiempos memorables abría á los patriotas de esta ciudad la senda de las virtudes y de la gloria”.
El periódico Diario Balear afirmaba un mes después del suceso que Mitjana la había guardado durante diez años “con riesgo de su vida” y añadía que la bandera había sido depositada en el edificio del Ayuntamiento, tras rendir honores una compañía de granaderos del regimiento de infantería 1º de línea.
La trascendencia de la conducta de Rafael Mitjana se explica por el hecho de que dos meses antes, el 21 de enero, algunos integrantes de la compañía provisional de milicia urbana de Málaga habían alterado gravemente el orden público de la ciudad; de tal forma que el gobernador militar ordenó la disolución de la unidad; esta medida fue aprobada por la Reina Gobernadora el 28 del mismo mes, al mismo tiempo que disponía se volviese a organizar nuevamente admitiendo nuevos miembros.
Para aquel entonces Mitjana había dejado la fabricación de naipes y se dedicaba a la de abanicos, en 1828, constituye una sociedad con Antonio Eusebio Gómez dedicada a esta producción. Dos años después había sufrido la pérdida de su esposa Ramona, con la que había tenido, al menos, tres hijos: Rafael, nacido hacia 1823; Francisco, nacido hacia 1825; y María, nacida hacia 1830. Precisamente en este último año fallece Ramona, quedando los huérfanos al cuidado del padre y de su joven tía Rafaela de las Doblas.
Seis años después, Rafael y Rafaela contraen matrimonio y de este segundo enlace nacerán Enrique, hacia 1839; Rafaela, hacia 1840; y Eduardo, en 1842.
Pocos meses antes de contraer matrimonio Rafael había obtenido el título de arquitecto en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, el 13 de diciembre de 1835. Título que le permitiría, pocos años después, ser nombrado arquitecto municipal de la ciudad de Málaga y ocupar el mismo cargo a nivel provincial.
Según destaca Antonio Nadal, en 1835 la ciudad de Málaga había vivido nuevos desórdenes públicos y alzamientos populares, como el del 23 de agosto cuando la ciudad y la milicia proclamaron la Constitución en contra del gobierno. El levantamiento era claramente liberal, como expresaba un escrito dirigido a la Reina Gobernadora:
“La guarnición, el pueblo y la Milicia Urbana de Málaga se reunieron el día 23 del corriente; de consumo han jurado morir o ser libres y los españoles jamás hacen en vano sus juramentos… siempre somos súbditos de vuestra excelsa hija en su defensa moriremos con nuestras mujeres y nuestros hijos, pero en cambio declárense nuestros derechos en un código liberal y bien redactado.”
No hay constancia de la participación de Rafael en estos sucesos; pero al año siguiente, con ocasión de un nuevo alzamiento ocurrido la noche del 25 de julio, Mitjana fue elegido para integrar la junta directiva provisional de la ciudad de Málaga, erigida bajo la presidencia del comandante de carabineros Juan Antonio Escalante tras haber jurado y proclamado la constitución de 1812. La designación tenía relación con su cargo de segundo comandante del primer batallón de la Guardia nacional de Málaga; tal y como constaba en el primer manifiesto de aquella junta, firmado por todos sus miembros el día 26 y que terminaba con estas palabras: “Malagueños: viva la libertad; viva la Constitución del año de 12; viva la unión”.
No parece que Rafael y su familia abandonasen la capital y en 1842, seis años después, según el padrón municipal de ese año, la familia Mitjana de las Doblas, vivía en una casa propiedad del marqués de la Puebla, situada en la plazuela del Marqués del Vado nº 21. En aquel entonces el cabeza de familia, Rafael, constaba como arquitecto y en el domicilio familiar convivían tres hijos de su primer matrimonio, Rafael, Francisco y María, y otros tantos del segundo, Enrique, Rafaela y Eduardo.
Al año siguiente, en mayo de 1843, tuvo lugar el alzamiento de Málaga contra el regente Espartero que motivaría la concesión a esta ciudad del título de “siempre denodada” y la divisa “la primera en el peligro de la libertad”, así como la inclusión de una corona cívica en su escudo. Pero en esta ocasión Rafael quedó al margen de la comisión de gobierno nombrada el día 24, presidida por Pedro Gómez Sancho.
Seis años después, en 1848, el domicilio familiar era en la misma plazuela, pero en el nº 1; Rafael constaba ya como arquitecto y fabricante de abanicos; y sólo quedaban en él Francisco, ya como litógrafo, y los tres pequeños. Al año siguiente fallecía el cabeza de familia, el 17 de enero, y Francisco Mitjana de las Doblas quedaba a cargo de la familia que residía en aquella vivienda; así consta en 1850, pero ya como comerciante.
Pedro Luis Pérez Frías
Doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM333 “Crisol Malaguide”
Universidad de Málaga
Artículos relacionados:
Los Mitjana, una saga malagueña muy callejera
Ignacio Mitjana, el fundador de la saga
Francisco Mitjana Doblas, el urbanizador del Barrio de la Victoria
Rafael Mitjana Doblas, arquitecto y escritor
Enrique Mitjana de las Doblas, marino e ingeniero
Rafael Mitjana Gordon, nuestro hombre en Upsala
epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Pérez Frías, PL. Rafael Mitjana Ardison, arquitecto y empresario. epistemai.es [revista en Internet] 2021 octubre (15). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/4456