Es una de las primeras calles del barrio a las que se dio nombre en la sesión de cabildo del Ayuntamiento de Málaga del día 22 de diciembre de 1911, a propuesta de Pedro Gómez Chaix y sus compañeros de la minoría republicano-socialista. Desde entonces hasta hoy ha permanecido en el callejero malagueño, si bien la referencia histórica que hace de la calle la web oficial del Ayuntamiento de Málaga: http://callejero.malaga.eu, no hace referencia a su origen, ni a la razón de otorgar este nombre, como se aprecia en el texto que sigue:
“Ciudad de SE de EE.UU., en Florida, 285.000 habitantes. Puerto en la costa occidental de Florida, en la desembocadura del Hillsboro, en la bahía de Tampa. Es un centro industrial, comercial y bancario y uno de los primeros puertos del mundo en la exportación de fosfatos. Es también el centro económico de la costa oeste y uno de los principales promotores de inversiones en Florida. Posee industria alimentaria (conservas), construcciones navales, química, del mueble y mecánica. Tampa surgió como una pequeña población a la sombra de una base militar construida en 1820 para vigilar a los semínolas. Aeropuerto. Universidad (1960).”
Lo cierto es que Pedro Gómez Chaix, Manuel Rey Mussio y Antonio Luque Sánchez —firmantes de la propuesta firmada el 18 de diciembre de 1811—, reconocían en ella la importancia de la ayuda prestada a Málaga por la ciudad de Tampa (Florida), después de la terrible inundación del 24 de septiembre de 1907. Así señalaban que las casas que se construían con el producto de las suscripciones para las víctimas de aquella eran una mejora de importancia para Málaga que debía: “en primer término, a la generosidad de los españoles residentes en América y singularmente en Buenos Aires, Tampa y Tegucigalpa, de Honduras, que con sus donativos acudieron al remedio de aquellas desgracias”
En el caso de Tampa, una de la más importantes colonias de españoles emigrados en Estados Unidos en la primera década del siglo XX, ciudad que en 1910 había alcanzado ya los 30.000 habitantes, el iniciador de la suscripción fue el Centro Español de esta ciudad; a esta iniciativa se sumaron casi inmediatamente las otras dos sociedades españolas existentes en Tampa: el Centro Asturiano y El Porvenir. Contando con el apoyo de un periódico El Progreso de Tampa, fundado en aquella ciudad en 1906 por un asturiano que había llegado allí después de pasar por Cuba: José Carbayeiro.
Los promotores de la suscripción se pusieron en contacto con el senador español Rafael María de Labra, anunciándole sus intenciones y pidiéndole que se encargase de la distribución de la ayuda, una vez recaudada. La carta, firmada el 29 de noviembre de 1907, da muestra de sus intenciones y la altura de miras:
“Muy respetable señor: La colonia española de Tampa siente, como las demás extendidas por América, un profundo amor hacia la patria lejana, cuyos dolores repercuten aquí con igual intensidad que si directamente nos afectara. Y el amor a la patria de ningún modo puede demostrarse más eficazmente que contribuyendo a aliviar las penas de los que ahí sufren los rigores de un aciago destino, estableciendo así una solidaridad de sentimientos que nos une por el espíritu a nuestros connacionales.
Pensando de este modo, la colonia española de Tampa no podía permanecer insensible ante los infortunios que pesan, con pesadumbre abrumadora, sobre dos regiones de nuestra España infeliz. Y como demostración de que los dolores de la patria son nuestros propios dolores, el Centro Español de esta ciudad tomó la iniciativa y a ella se unieron las otras dos Sociedades españolas Centro Asturiano y El Porvenir para abrir una suscripción en favor de las pobres víctimas de las inundaciones acaecidas recientemente en Málaga y parte de Cataluña. La Comisión nombrada por las tres Sociedades españolas, recogieron en las fábricas, en el comercio, individualmente y en la Redacción de El Progreso de Tampa la cantidad de pesos 1.781’90 moneda americana o sean libras esterlinas 362-3-7, valor que representan los adjuntos cheques y que nos tomamos la libertad de enviarle, conociendo su amor al prójimo, sincero patriotismo y generoso interés que demuestra en todas las ocasiones en favor de los españoles de América….
Por esto la Comisión que conoce sus relaciones con las corporaciones Económicas del País por razón de su cargo de senador por las Sociedades Económicas, y sabe cuan ardientemente trabajan éstas por el mejoramiento de las clases populares y productoras de España y por estrechar las relaciones hispano-americanas, no ha vacilado en dirigirse a usted para rogarle que por si o por medio de sus relaciones de toda confianza, alejadas de toda pasión de partido, se sirva distribuir esa cantidad, lo más equitativamente que sea posible, entre las víctimas más necesitadas de los pueblos que sufrieron los recientes temporales.
Como del reparto que se haga habrán de dar a usted una relación detallada, le rogamos se digne enviarnos copia de dicha relación, dirigida al Presidente del Centro Español, para publicarla en nuestro periódico aquí, con objeto de desvanecer los recelos que entre nuestros conterráneos han dejado suscripciones anteriores.
Esta Comisión sabe que le causa grandes molestias con este encargo; pero espera que usted hará un sacrificio más en pro de los necesitados y aun aprovechará esta ocasión para revelar que la colonia española de Tampa es la más numerosa de los Estados Unidos y desea mantener relaciones frecuentes con la Madre patria y con los hombres que como usted tanto la enaltecen con su saber y representación.
Con este motivo, los que suscriben, en representación de la Colonia española de Tampa, tiene el honor de ofrecerse sus más entusiastas admiradores y afcmos. s. s. q. b. s. m., Alejandrino Nistal.— Siguen las firmas.”
El Centro Español fue formalmente organizado el 22 de octubre de 1891, con el nombre de “Centro Español de Recreo e instrucción de Tampa”; mientras que el Centro Asturiano fue creado en 1902, como una secesión del Centro Español al negarse la directiva del primero a prestar asistencia sanitaria a sus miembros.
Pocos meses después de su misiva, en enero de 1908, la prensa ya anunciaba que el senador Rafael María de Labra había recibido 10.000 pesetas de los españoles residentes en Tampa, Florida, para los inundados de Málaga y Cataluña.
A principios de marzo de ese mismo año se ampliaban más detalles, señalando que Rafael María de Labra se había puesto ya en contacto con las Sociedades Económicas de Amigos del País de Málaga y de Cataluña para el reparto del donativo aludido, “en las condiciones de eficacia recomendadas por los donantes”. La Correspondencia de España, destacaba el día 9 de ese mes la importancia de la ayuda americana: “Merecen particular consideración la solicitud y la atención exquisita que la colonia española de las dos Américas dedican constantemente á la suerte de la madre Patria. Son muchos los miles de pesetas venidos de América en estos últimos meses para las víctimas de las inundaciones de nuestro Levante”.
Finalmente del importe total del donativo, 4.700 pesetas correspondieron a Málaga, cantidad que fue entregada a la Sociedad Económica malagueña por el propio de Labra el 4 de abril de 1908; mientras que otras 2.700 fueron entregadas en junio de ese mismo año a la Sociedad Económica de Amigos del País de Lérida, para ayudar a los damnificados de las inundaciones de octubre anterior.
Dado que la mayoría de las noticias daban el importe global de la suscripción en libras esterlinas, 362 (algunos medios citaban 372), no podemos saber si el total citado inicialmente de 10.000 pesetas era una cifra exacta o una aproximación; pero lo que sí está asegurado es que al menos fueron distribuidas 8.200 pesetas de aquellos españoles residentes en Tampa. Ayuda que hoy nos recuerda en nuestra ciudad una modesta calle, olvidada y casi perdida.
¡Recuperemos su memoria como se ha hecho con el Puente de los Alemanes! Ya que tienen el mismo origen: ‘La Riá’.
Pedro Luis Pérez Frías
Doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM333 «Crisol Malaguide», Universidad de Málaga.
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