Volver al inicio de Luis de Santiago y Aguirrevengoa. Un ministro malagueño casi ignorado
Menos de un mes después, el 5 de diciembre, García Prieto dimitía y era sustituido al frente de gobierno por Álvaro Figueroa y Torres, conde de Romanones. Como era costumbre, Berenguer y el resto de los ministros presentaron su dimisión; pero el nuevo presidente del Gabinete volvió a nombrarle para la cartera de Guerra, al igual que hizo con el almirante José María Chacón y Pery en la de Marina. Sin embargo, su permanencia en el ministerio de Guerra sería breve, el 25 de enero de 1919 Dámaso Berenguer fue designado Alto Comisario de España en Marruecos y dos días después Romanones nombraba al teniente general Diego Muñoz Cobo y Serrano ministro de la Guerra, que permanecería en el cargo hasta que la crisis de abril llevó nuevamente al Gobierno a Antonio Maura y a Luis de Santiago a la cartera de Guerra.
Aquella biografía publicada un año antes de su nombramiento ministerial recogía su fecha de nacimiento como la del 12 de julio de 1854, la que constaba en su hoja de servicios y en todos los Anuarios Militares de España. Al margen de esta discrepancia, se destacaban los puntos más importantes de su carrera.
Comenzó a servir el 1 de septiembre de 1870 como alumno de la Academia de Artillería. El 26 de julio de 1872, fue promovido al empleo de alférez alumno, y el 1 de junio de 1873 obtuvo la licencia absoluta a petición propia. Vuelto al servicio el 1 de octubre siguiente, se incorporó a dicha Academia y alcanzó en mayo de 1874 el empleo de teniente de Artillería, por haber terminado con aprovechamiento sus estudios, siendo destinado al 3er Regimiento a pie.
En los meses de agosto y septiembre estuvo en operaciones de campaña contra las facciones carlistas, formando parte del parque móvil del primer Cuerpo de Ejército del Norte y en marzo y abril de 1875, salió de nuevo a operaciones por la provincia de Navarra, y obtuvo el grado de capitán por el levantamiento del bloqueo de Pamplona. Perteneció después al 4º Regimiento Montado, y en mayo pasó a servir al 2º de Montaña. Perteneciendo al Ejército del Centro emprendió en junio operaciones de campaña por la provincia de Huesca. Asistió el 10 de julio a la toma de los pueblos de Guaro, Torrecilla y Boltaña, donde resultó herido y fue recompensado con la cruz roja de 1ª clase del Mérito Militar; el 12 de agosto se halló en el combate de las inmediaciones del Mont Perdú; del 1 al 3 de septiembre, en los de Puyarruego, alcanzando el empleo de capitán de Ejército; los días 17 y 18 de octubre en los de Salas Altas y Adahuesca; el 24, 28 y 29, en los de Fauló y puerto Puyarruego, por los que se le concedió el grado de comandante, y los días 16,17 y 18 noviembre, tomó parte en la persecución de la facción Rivera, siendo agraciado por su buen comportamiento con mención honorífica. Pasó luego al Ejército del Norte y se encontró el 26 de dicho mes de noviembre en el ataque y toma de las posiciones de la Sierra de Leire, por lo que se le otorgó otra cruz roja de 1ª clase del Mérito Militar, continuando de operaciones hasta la terminación de la campaña en marzo de 1876.
Desde mayo siguiente sirvió en el 5º Regimiento Montado, hasta que en diciembre embarcó para la isla de Cuba, a donde había sido destinado en octubre anterior, con el empleo de capitán de Artillería en Ultramar, obteniendo colocación a su llegada en la Comandancia principal de Artillería de Sancti Spíritus y la Trocha, y más tarde en la de la línea militar de Júcaro a Morón. En octubre de 1878 se encargó de la Comandancia del Arma de la plaza de Matanzas, la que desempeñó hasta fin de agosto de 1879, en que se dispuso su regreso a la Península, quedando sin efecto el empleo de capitán del Cuerpo que se le había concedido.
Estuvo después destinado en el 5º Regimiento a pie, al que no llegó a incorporarse por causa de enfermedad, y en diciembre pasó al 2º Regimiento de Montaña. En el que sirvió hasta su ascenso, por antigüedad, a capitán de Artillería en junio de 1882, cuando pasó al 2º Regimiento a pie. En julio de 1884 se le destinó al Parque de Artillería de Cádiz, en el cual desempeñó diversas comisiones, y en noviembre de 1888 obtuvo colocación en la Escuela Central de Tiro (Sección de Cádiz).
Pasó en diciembre de 1890 a situación de supernumerario sin sueldo, en la que continuó su ascenso a comandante por antigüedad en mayo de 1893, hasta que en abril de 1896 fue colocado en el 5º Batallón de plaza. Por haber cooperado a la organización de fuerzas destinadas a Ultramar, le fueron dadas las gracias por Real Orden de 22 de octubre de ese año. Desde abril a noviembre de 1897 sirvió en el primer Depósito de Reserva del Cuerpo, de donde pasó a la primera Sección de la Escuela Central de Tiro, y por sus servicios en la Secretaría de la misma, se le concedió la cruz de 2ª clase del Mérito Militar con distintivo blanco.
Promovido reglamentariamente a teniente coronel en julio de 1898, se le encomendó el mando del 13º Batallón de plaza, y en octubre siguiente fue destinado al Ministerio de la Guerra a prestar sus servicios en la Comisión de experiencias de Artillería, la cual formó después parte de la Junta facultativa de dicha Arma. Ejerció en ambas las funciones de vocal y desempeñó numerosas comisiones de servicio de carácter técnico en diferentes puntos de España y del extranjero, así como el cargo de auxiliar de la Comisión de táctica, para el que fue nombrado en febrero de 1907.
El año 1901, se le dieron las gracias de Real Orden, primero, por su comportamiento con motivo de la catástrofe ocurrida durante unas experiencias en la batería de Santa Catalina, de Gijón, el día 23 de noviembre de 1899, y otra vez, por el desempeño de su cometido en la comisión que se nombró para adopción de los diferentes tipos de cañones de tiro rápido para la artillería de campaña. En marzo de 1904, le fue otorgada la cruz de 2ª clase del Mérito Militar con distintivo blanco, pensionada hasta su ascenso al empleo inmediato, por los trabajos que realizó en los años 1900 y 1901 para el reconocimiento y clasificación de pólvoras existentes en varias plazas, y en mayo de 1905, igual condecoración, pensionada hasta su ascenso a general, o retiro, por los servicios que prestó en la comisión desempeñada en el extranjero para estudiar el material de artillería.
Ascendido a coronel, por antigüedad, en abril de 1907, quedó agregado a la Comisión táctica en concepto de vocal, presidente de la ponencia de Artillería, y destinado en el Ministerio de la Guerra para ejercer los cargos de presidente de la Comisión de experiencias, y vocal de la Junta facultativa de dicha Arma.
Desempeñó después diversas comisiones técnicas del servicio, algunas de ellas en el extranjero; formó parte de la Junta calificadora de los trabajos efectuados por los oficiales del Ejército aspirantes a ingreso en la Escuela Superior de Guerra, los años 1907 y 1909, y en diciembre del segundo de estos años, fue nombrado vocal de la Junta mixta de defensa y armamento que se constituyó en Melilla para proponer las obras de fortificación, artillado, comunicaciones, etc. de la zona ocupada, y por su comportamiento en los reconocimientos que efectuó para el cumplimiento de esta comisión, se le concedió la cruz roja de 3ª clase del Mérito Militar.
Por sus extraordinarios servicios en la Comisión de táctica, cuya presidencia ejerció interinamente en varias épocas, le fueron dadas las gracias de Real Orden en diferentes ocasiones y se lo concedió la cruz blanca de 3ª clase de la expresada Orden, pensionada hasta su ascenso al empleo inmediato; y por los méritos contraídos como presidente de la Comisión de experiencias de Artillería y en el desempeño de algunas comisiones en el extranjero, se le dieron también las gracias en nombre de S. M. y obtuvo otras dos cruces blancas de 3ª clase de la propia Orden, una de ellas pensionada hasta su ascenso a general o retiro.
En diversos períodos de tiempo ejerció los cargos de vocal y presidente de la Junta encargada de clasificar los trabajos presentados para su publicación en el Memorial de Artillería. Por los extraordinarios trabajos que realizó para la implantación de la cartuchería Maüser de bala P y pólvora progresiva, fue recompensado con la cruz blanca de 3ª clase del Mérito Militar.
Promovido a general de brigada en junio de 1914, quedó en situación de cuartel hasta que en septiembre de 1915 se le nombró jefe de Sección del Ministerio de la Guerra, encargándosele de la de Artillería; compaginando este cargo con el de presidente de la Junta facultativa de Artillería y de la de municionamiento y transporte de las fuerzas en campaña. También presidió la comisión nombrada el 3 de febrero de 1917 para visitar el frente occidental de operaciones del ejército alemán; desarrollada desde el 15 de dicho mes hasta el 16 de abril, fecha en que emprendió el viaje de regreso a la Península, y en la que estuvo, en ocasiones, bajo el fuego contrario. Una vez en Madrid presentó al Estado Mayor Central una memoria con sus impresiones y observaciones acerca de dicha comisión, publicada parcialmente en la revista La Guerra y su preparación.
Hasta entonces, contaba con 47 años y 10 meses de servicios efectivos, de ellos 4 años y 1 mes en el empleo de general de brigada, y se hallaba en posesión de las condecoraciones siguientes: 13 cruces del Mérito Militar de distintas clases: 2 rojas y 1 blanca de 1ª; 4 blancas de 2ª, 3 de ellas pensionadas; 1 roja y 4 blancas de 3ª, 2 de las últimas pensionadas; y 1 Gran Cruz con distintivo blanco. Cruz de Oficial de la Legión de Honor, de Francia. Encomienda de la Orden francesa de la Estrella Negra, de Bénim. Gran Cruz de San Hermenegildo. Medallas de Alfonso XII y Alfonso XIII; conmemorativas del Centenario de los Sitios de Zaragoza y de las Cortes de Cádiz, y de Melilla.
Las predicciones de la prensa republicana se cumplieron y tres meses después de la jura de Maura, el Rey aceptaba, el 20 de julio, su dimisión y la de sus ministros. Tras su breve paso por la cartera de la Guerra, Luis permaneció el resto del año en Madrid, sin destino, hasta que el 14 de enero de 1920 fue nombrado gobernador militar del Campo de Gibraltar; el 19 de mayo de ese año dejó ese cargo para ser consejero del Consejo Supremo de Guerra y Marina, cargo que ocupó hasta el 13 de julio de 1922; en esa fecha pasó a la situación de 2ª reserva fijando su residencia en Madrid.
El 16 de mayo de 1930 fallecía en la capital; algunos periódicos como El Debate de Madrid, El Defensor de Granada y El Liberal de Sevilla, daban la noticia de su fallecimiento ocho días más tarde, recordando su paso por el ministerio de la Guerra con Maura. En Málaga, su ciudad natal, pasó completamente desapercibido y así sigue, olvidado y desconocido para la mayoría del público, uno de los tres malagueños que ocuparon la cartera de Guerra durante el reinado de Alfonso XIII.
Pedro Luis Pérez Frías
Doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM333 “Crisol Malaguide”
Universidad de Málaga
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