En 1986 el periodista malagueño Rafael Montilla y Ordóñez, que también firmaba con el seudónimo de ‘Raúl de Montemar’, publicó un pequeño librito titulado Ellos fueron ministros. Veinticuatro malagueños se sentaron en poltronas ministeriales. Aunque la obra pretendía ser un listado completo de aquellos nacidos en la provincia de Málaga que ocuparon las más altas responsabilidades en el gobierno de España, se dejó uno en el tintero: Luis de Santiago de Aguirrevengoa, ministro de la Guerra del 16 de abril al 20 de julio de 1919.
José López Domínguez
Enrique Mapellí y López, destacaba en el prólogo del citado libro: “Rafael Montilla ha retornado a su tierra nombres que, en muchos casos, han sido olvidados. Algunos de los nombres que en su libro figuran suenan a sus paisanos tan sólo porque son rótulos de calles que conocen y transitan a diario pero no por ningún otro motivo”. Más adelante, citaba a algunos de los personajes más destacados incluidos en el libro y, a continuación, decía: “Junto a estos nombres, los hay menos sonoros para las actuales generaciones: D. Agustín Luque y D. Augusto Miranda, entre otros”.
Los dos últimos citados eran militares, del Ejército el primero y de la Marina el segundo, y habían detentado carteras ministeriales de carácter castrense, Luque la de Guerra, en nueve gobiernos, y Miranda la de Marina, en tres. Además de estos dos, Rafael Montilla, reseñaba a otros dos militares: José López Domínguez, ministro de la Guerra, en tres ocasiones, y presidente del Gobierno, y José Chinchilla y Díaz de Oñate, también como ministro de la Guerra.
General Agustín Luque
Treinta y cuatro años más tarde, el 13 de enero de 2020, otro periodista malagueño, Antonio Montilla Romero, que firma como ‘Antonio M. Romero’, hacía un recorrido por los ministros malagueños en el Diario Sur. En esta ocasión, la relación se ampliaba hasta 28 personajes, pero con la particularidad de que se incluían en la lista a aquellos que habían ocupado alguna cartera desde 1823, año en el que, según el autor, se crearon los ministerios con esa denominación y se abandonó la de secretarías utilizadas hasta entonces; olvidando así la estructura administrativa creada por José Bonaparte (José I) en 1808, que estableció por primera vez en España los ministerios, y que estuvo vigente en la España josefina hasta 1813. Además, se incluía a José de Gálvez, por su relevancia como Secretario de Indias; mientras que la lista se cerraba con Alberto Garzón, recién nombrado ministro en la fecha de publicación del artículo. Este trabajo venía a cerrar la serie que con el título “Malagueños en el Consejo de Ministros” había venido publicando desde finales del 2016.
José López Domínguez (palacio del Senado)
La comparación de estas dos listas, pone de relieve la existencia de 32 personajes malagueños que ocuparon las más altas responsabilidades en el gobierno de España desde el siglo XVIII hasta el XXI. El análisis cualitativo de esa lista, nos permite descubrir que no todos nacieron en el territorio de la actual provincia de Málaga. En efecto, Montilla Romero incluye en su relación a: José Antonio Girón de Velasco, nacido en Palencia; Eduardo Palanca Asensi, natural de Valencia; y a Magdalena Álvarez Arza, oriunda de San Fernando (Cádiz). Los tres por su estrecha vinculación a Málaga.
Ellos y Luis de Santiago y Aguirrevengoa son cuatro de las ocho novedades que aporta Montilla Romero; las restantes son: Celia Villalobos, Rosa Conde Gutiérrez del Álamo, Trinidad Jiménez García-Herrera y Alberto Garzón que fueron nombrados ministros después de 1986, al igual que Magdalena Álvarez. En cambio, este periodista olvida a otros cuatro ministros malagueños citados por su predecesor Rafael Montilla: Andrés Borrego Moreno, Pedro Nolasco Aurioles y Aguado, José Chinchilla y Díaz de Oñate y Rafael Andrade Navarrete; omisión que no se justifica por la fecha de nombramiento de cada uno de ellos como ministros, ya que los cuatro lo fueron después de 1823.
Los cinco ministros militares citados suponen, prácticamente, la sexta parte del grupo y, como señalaba Enrique Mapelli, el nombre de alguno de ellos es recordado en el rótulo de una calle de la capital malagueña. Este es el caso de José López Domínguez, a quién Málaga dedicó una plaza en su día, más tarde reconvertida en calle y que todavía hoy se mantiene en el callejero. Además, otras dos calles podrían estar relacionadas con Agustín Luque y Coca y José Chinchilla y Díaz de Oñate. Mientras que Luis de Santiago Aguirrevengoa y Augusto Miranda y Godoy permanecen olvidados en la rotulación de nuestras calles.
La vida y la actividad de José López Domínguez ha sido ampliamente tratada y, recientemente, la Diputación de Málaga ha publicado una biografía suya; por lo que remitimos al lector a ella, ya que la referencia histórica que ofrece la web municipal del callejero es muy breve y, a nuestro juicio, insuficiente. No ocurre lo mismo con los cuatro ministros militares restantes, de los que tan sólo contamos con breves reseñas incluidas en diccionarios biográficos en internet como el de la Real Academia de la Historia, o el de la Academia de las Artes y Ciencias Militares.
Por esta razón dedicamos a dos de ellos, Luis de Santiago y Aguirrevengoa y Agustín Luque y Coca, la Plancheta del presente número, dejando para más adelante los restantes ministros militares malagueños.
Pedro Luis Pérez Frías
Doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM333 “Crisol Malaguide”
Universidad de Málaga
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Pérez Frías PL. Malagueños al frente del Ministerio de la Guerra. epistemai.es [revista en Internet] 2024 febrero (22). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/7207