Adentrarse en la exposición ‘Magnum. Hojas de Contacto’ del Centro cultural La Malagueta -Málaga- es una experiencia de culto para los amantes de la fotografía. Es una singularidad que el lugar sea un corredor circular y lo es que lo que allí se expone abarque casi un siglo. Nada puede acercar más al conocimiento de un fotógrafo que penetrar en los secretos de las hojas de contacto de sus negativos. Es a partir de ellas donde, inmerso en la evolución metódica de las diferentes tomas, el fotógrafo decide cuál es la que más se acerca a su primigenio objetivo. “Normalmente, las imágenes más potentes solo se hacen obvias al observar las hojas de contacto”, lo definió el fotógrafo David Hurn. Es allí donde los negativos relatan el acercamiento paulatino e indagador, a veces en una persistente y poliédrica búsqueda de la verdad; otras, colándose por los entresijos de la Historia; y, lo más habitual, rescatando personajes y situaciones del anonimato, gracias a una perspectiva desconocida que hubiera pasado desapercibida para la mayoría. Es la demostración de la extrema dificultad de captar lo que Cartier-Bresson describió como “los momentos decisivos”.
Presentar a la agencia Magnum es casi un atrevimiento. Es realmente difícil que alguien que haya visitado o quiera visitar la exposición no sepa de ella. Fundada en 1947 por los reporteros de guerra Bill Vandivert, David Chim Seymour, George Rodger, Henri Cartier-Bresson, Maria Eisner, Rita Vandivert y Robert Capa, fue una de las primeras cooperativas en el mundo de la fotografía. El objetivo de su creación era mantener los derechos de las fotografías en manos de los propios fotógrafos y no de las empresas o los medios. Esto, al margen del apartado económico, les permitía tener una relativa independencia a la hora de elegir los temas y su edición y publicación. El propio Henri Cartier-Bresson definió Magnum como “una comunidad de pensamiento, una cualidad humana compartida, una curiosidad por lo que ocurre en el mundo, un respeto por lo que ocurre y un deseo de transcribirlo visualmente”. Gracias a Magnum los fotoperiodistas pudieron documentar muchos de los acontecimientos más importantes del siglo XX. En sus archivos se encuentran testimonios de guerras, hambrunas, crímenes, acontecimientos históricos, sociales o políticos, familias, religiones o famosos entre otros temas.
Esta exposición recoge 150 obras con sus correspondientes hojas de contacto procedentes de orígenes diferentes: negativos clásicos de 35 mm, formatos medios, cámaras de placa, diapositivas o incluso el acercamiento a la edición digital. En algún caso, se acompañan de las publicaciones en medios de comunicación de esas fotografías, colaboradoras inequívocas en convertir a sus personajes en auténticos iconos. Está organizada por periodos de 10 años, comenzando en 1930-39 con Henri Cartier-Bresson, David Chim Seymour y Herbert List, y acabando en 2000-10 con los trabajos de 12 fotógrafos entre los que se encuentra la española Cristina García Rodero.
La etapa 1940-49 fue crítica para el mundo, con la II Guerra Mundial y sus secuelas como grandes protagonistas. No es extraño sentir escalofríos al contemplar las instantáneas de Robert Capa durante el Desembarco de Normandía, cuando él mismo salió de las barcazas junto a los soldados aliados para acercarse a las playas francesas -Omaha en su caso- aquel 6 de junio de 1944. De lo hecho aquel día solo se salvaron dos carretes. “Si tus fotos no son suficientemente buenas es que no estás lo suficientemente cerca”, escribió y lo practicó siempre así hasta su muerte a causa de una mina en Indochina en 1954.
El conjunto de hojas de contacto, toma principal y texto explicativo pone al espectador en una situación óptima para entender lo que el fotógrafo quería o lo que la intuición le hizo recoger. Sitúa la época, las corrientes artísticas, la situación social o política, el tipo de encargo -en algunos casos- y hasta la situación de extrema dificultad o el riesgo que asumió el fotógrafo para conseguir esas imágenes. Sería difícil valorar correctamente Una llama en Times Square, de Inge Morath, de 1957, si no llegáramos a saber que la icónica toma corresponde a la vuelta del estudio tras hacer el reportaje encargado por Life, “con la llama ya relajada” según dijo ella. O las extremas dificultades que tuvo que sortear Eve Arnold en 1961 para llevar adelante el reportaje encargado también por Life sobre Malcom X. O el delicado equilibrio físico de Marc Riboud siguiendo al Pintor de la Torre Eiffel en 1953. O los riesgos corridos por Stuart Flanklin en la Plaza de Tiananmen para Magnum y Time en 1989. O el acierto de Peter Marlow disparando su cámara casi sin parar en 1991 en una conferencia de Margaret Thatcher, hasta dar con la imagen que mejor reflejaba a la política convertida ya por aquellos días en la ‘Dama de Hierro’.
El recorrido cronológico de esta exposición es a la vez un viaje por la evolución del propio arte fotográfico en 80 años. Poco tienen que ver las fotografías explícitas y en blanco y negro de Cartier-Bresson con los juegos de doble sentido del mago del color Martín Parr. Tampoco las de Thomas Hoepker del 11-S de 2001 con la estética minimalista de Mark Power.
Entre tantos nombres ilustres, es un verdadero placer encontrar el de Cristina García Rodero. Siempre abriendo nuevos caminos, esta Premio Nacional de Fotografía fue la primera de las españolas en formar parte de Magnum en 2005. Las siguientes, Cristina de Middel y Lúa Ribeira -todas son mujeres, no hay hombres españoles-, lo hicieron en 2017 y 2020 respectivamente. Los trabajos sobre costumbres y fiestas populares en España son temas en los que ella ha profundizado desde sus comienzos como fotógrafa. En este caso, el reportaje Saut d’Eau corresponde a Haiti y data del 2002. Ella misma explica que ese lugar es “mágico, lleno de energía y esperanza”, un ambiente que ha recogido con su excepcional capacidad de percepción.
Si tener la oportunidad de recorrer cualquier exposición fotográfica es un desafío intelectual, la de ‘Magnum. Hojas de contacto’, en el Centro cultural La Malagueta, ofrece la oportunidad de sumergirse en la cámara de fotógrafos excepcionales y seguir el hilo de sus decisiones. Pasen y vean, o mejor, pasen sin prisa y déjense guiar por lo que allí verán.
Mª Ángeles Jiménez
Farmacéutica y miembro de la SEMA
epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Jiménez, MA. ‘Magnum. Hojas de Contacto’, fotografía de culto. epistemai.es [revista en Internet] 2024 febrero (22). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/6933