‘La isla de Bergman’, de Mia Hansen-Løve

 

Cartel de la película

En un restaurante en la isla sueca de Fårö, un grupo de cineastas comenta la vida y obra del director de cine Ingmar Bergman, que vivió allí. Alaban la figura del genio, que a los cuarenta años ya había rodado hasta veinte películas. A su vez, desmitifican su figura: si se hubiera dedicado a cambiar los pañales de los seis hijos que tuvo para entonces con distintas mujeres, quizá no habría rodado tanto.

El conflicto entre la dedicación laboral del artista genial y las responsabilidades de la vida adulta se discute abiertamente en La isla de Bergman, película de Mia Hansen-Løve, con el cineasta sueco como punto de partida, pero también es uno de los asuntos nucleares a los que se enfrentan sus protagonistas. En aquella cena participaban Chris y Tony, una pareja de directores de cine estadounidenses. Tony (Tim Roth) ha sido invitado a una muestra cinematográfica en homenaje a su larga trayectoria como director. Chris (Vicky Krieps) lo acompaña. Se quedarán varias semanas en la isla, alojados en la misma casa en la que vivió Bergman, y aprovecharán el bucólico verano sueco para escribir los guiones de sus próximas películas. Hay una cuestión de género clara que atraviesa el dilema entre la pareja de cineastas. Él, cineasta de prestigio, seguro de su trabajo y celebrado por ello, avanza satisfactoriamente en el proceso de escritura. Chris, más joven y con una carrera más breve, en cambio, se encuentra en plena crisis creativa. Más que inspirarle, habitar el mismo espacio que Bergman, donde incluso rodó algunas de las escenas de sus películas, le hace cuestionarse sus aptitudes y se bloquea. Y, además, echa de menos a su hija.

Las relaciones metacinematográficas con el cine de Bergman, autor de Persona (1966) o Secretos de un matrimonio (1974), son constantes y un aficionado a las películas del sueco encontrará numerosos easter eggs y temas de su cine que resuenan aquí. Pero el resultado está lejos de la hagiografía. El safari Bergman para turistas pone una nota de humor y cinismo, mientras que las conversaciones de los extranjeros con los autóctonos sobre el director revelan que era un personaje controvertido y no muy querido por sus vecinos. Bergman es un leitmotiv que hace que sus personajes se cuestionen hasta qué punto es posible separar la obra del artista. Pero La isla de Bergman es, sobre todo, una película sobre una directora de cine y sus inquietudes como artista, pareja y madre.

La directora de cine Mia Hansen-Løve

Esa directora es un alter ego de la propia Mia Hansen-Løve. La cineasta francesa usualmente se inspira en su vida personal o en la de personas cercanas a ella para escribir los guiones de sus películas. Precisamente, dos de sus mejores películas conforman un díptico excepcional que retrata a su madre y a su padre, profesores de filosofía: respectivamente, El provenir (2016) y Una bonita mañana (2022). En La isla de Bergman, su primera película rodada en inglés y estrenada en el Festival de Cannes en 2021, Hansen-Løve explora sus temáticas habituales (los conflictos de una burguesía intelectual con su trabajo, con su familia y en sus relaciones románticas), pero con ella como sujeto dramático. Esto, inevitablemente, hace del personaje de Tim Roth trasunto del cineasta francés Olivier Assayas, con quien la directora mantuvo una relación durante una década y tuvo una hija.

La película así se convierte un ejercicio de autoficción que puede adscribirse a una corriente entre directores de prestigio que recientemente han relatado su vida y su relación con el cine (en muchas de ellas, concretamente, su infancia y el despertar de su vocación por este arte) en sus películas: Alfonso Cuarón (Roma, 2018) Pedro Almodóvar (Dolor y Gloria, 2019), Paolo Sorrentino (Fue la mano de Dios, 2021), Kenneth Branagh (Belfast 2021), James Gray (Armageddon Time, 2022) o Steven Spielberg (Los Fabelman, 2022) son ejemplos de ello. Pero Mia Hansen-Løve va más allá en la que es su película narrativamente más ambiciosa hasta la fecha. Chris necesita compartir con Tony la idea que tiene para su guion, para el que aún no tiene final. Mientras pasean, le cuenta la historia de su próxima película. Hansen-Løve no se queda en el relato, sino que dramatiza la película ficticia, con actores interpretando a los personajes que está creando, mientras el personaje de Vicky Krieps narra en voz en off el argumento. La película en proceso, que titula El vestido blanco, es a su vez un ejercicio de autoficción, inspirado en las propias vivencias de Chris, ambientada también en la isla de Fårö, pero con un punto de partida diferente: Amy (Mia Wasikowska) y Joseph (Anders Danielsen Lie), que tuvieron una relación en la adolescencia, coinciden en la boda de unos amigos en común, lo que les hace revivir sentimientos del pasado.

Fotograma 1. Vicky Krieps en ‘La isla de Bergman’

Fotograma 2. Mia Wasikowska en la película

El reencuentro de dos amantes adolescentes en su vida adulta ya fue asunto de la directora en un filme anterior, Un amor de jeunesse (Primer amor) (2011), pero Hansen-Løve evita repetirse. Con El vestido blanco, la directora introduce una nueva película dentro de la película que, lejos de ser un excurso de la trama principal, reverbera dramáticamente en el personaje de Chris, que encuentra en la creación artística a partir de sus vivencias una vía para canalizar y entender su propio conflicto emocional. Y Hansen-Løve lo presenta además con un ejercicio de ficción exquisito que, con pocos retoques, podría funcionar de manera independiente como mediometraje. Tras media película empatizando con Chris, Hansen-Løve consigue que sintamos como propias las lágrimas de Amy, que desde un banco al fondo de la iglesia mira hacia Jospeh con la esperanza de que se gire y crucen sus miradas, asumiendo afligida que no lo hará. Y, con permiso de Mamma Mia! (Phyllida Lloyd, 2008), nunca The Winner Takes It All sonó más pertinente en una película.

Amy, Chris, Mia. Una trinidad que encuentra su salvación en el cine de Bergman, el rodaje de una obra maestra y el abrazo de una hija.

 

Isidro Molina Zorrilla
Doctor en Filología Griega


epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Molina Zorrilla, I. ‘La isla de Bergman’, de Mia Hansen-Løve. epistemai.es [revista en Internet] 2023 junio (20). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/6180

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