Conferencia: ‘Un paseo por la literatura y la muerte’

Comenzó su intervención el doctor José Fabio Rivas preguntándo ¿por qué perdemos el tiempo escribiendo, leyendo…? En definitiva, para qué sirve la literatura. Para contestar a ello recurrió en primer lugar a la respuesta de Aristóteles, que en su libro Poética decía “para liberar pasiones”, a modo de catarsis, Por su parte, G. García Márquez apuntó que se escribe para “ser amado”, aunque también hay quien lo explica como transmitir sabiduría.

A continuación, el ponente entró de lleno en el alcance del título de la conferencia describiendo y analizando algunas de las estrategias literarias frente a la muerte, un hecho percibido por el ser humano como “el peor de los males”. Se refirió en primer lugar al instinto de vida o la biología como defensa o como escape, trayendo a la luz la mitología y sus versiones sobre Eros y Tanatos. En segundo lugar, al instinto de vida y la pulsión de la muerte como escape de la vida, con el suicidio como eje, pero un espacio donde “ya puede haber literatura”. La tercera de las estrategias se basa en la promesa de retornar tras la muerte a la vida edénica o a otra clase de ser o existencia; una posibilidad que ha dado lugar a lo largo del tiempo a los diversos libros y relatos sagrados vigentes en las religiones (la Biblia, el Talmud…). La cuarta estrategia es poner conscientemente ‘tierra de por medio’; el gesto de la muerte está muy presente en la literatura judeo-talmúdico y en autores como J. Cocteau o J.L. Borges. La quinta estrategia es refugiarse en los brazos del amor. La sexta busca tratar de engañar a la muerte a través de la astucia y el valor; su explicación más clara es el mito de Sísifo. La séptima estrategia se refiere al arte y la cultura, tomando como base el mito de Orfeo y Eurídice. En la octava, la ciencia contra la muerte, se incluye un moderno Prometeo, la novela Frankenstein.

Para terminar la conferencia José Fabio Rivas se centró en última de las estrategias posibles: la convivencia con la muerte. Desarrolló la idea indicando que se suele utilizar la literatura, la risa, el humor… aludiendo a que en esta posibilidad puede estar incluida la diselpidia, una descripción psiquiátrica de la expresión extrema de la desesperanza y el sinsentido de la vida, con manifestaciones de decepción, desaliento… y la poca esperanza en el futuro propio. Para ejemplarizarlo aludió a los cuentos de Las Mil y una Noches, centrándose en cómo Scheherezade se las ingenia para salvar su vida mediante los cuentos que, en la fase inicial, mantenían enlazado al sultán y poco a poco lo transforman, hasta tal punto que llega a reconocerle a ella: “Tu voz me apacigua y tus cuentos me vuelven bueno”.