En la red urbana de Málaga existen varias vías dedicadas a personajes destacados de la sociedad malagueña de todos los tiempos, algunos de los cuales desempeñaron cargos consulares en nuestra ciudad representando a otras naciones. En algún caso se relevaron en el cargo padres e hijos, como José y Porfirio Smerdou en el consulado de Méjico, o Adolfo y Adolfo Enrique Príes en el de Alemania. La avenida de Príes recuerda, en cierta forma, a estos dos últimos; tal y como señalaba Domingo Mérida en su libro 3900 CALLES. Enciclopedia del callejero malagueño, publicado en 2004, y que recoge íntegramente la web municipal callejero.malaga.eu; dedicando únicamente la primera parte a quien debe el nombre:
“Adolfo Príes y Saniter, cónsul de Alemania en Málaga. El día 16 de diciembre de 1900, con motivo del hundimiento de la fragata alemana Gneisenau, en las proximidades del puerto, intervino en la evacuación de los heridos y en las honras fúnebres a las 41 víctimas mortales. Alojó en su domicilio particular a la oficialidad del buque y transmitió, más tarde, al Ayuntamiento, como representante del pueblo de Málaga, "el más alto agradecimiento de Su Majestad el Emperador de Alemania Guillermo II por su magnánimo y abnegado comportamiento con ocasión del naufragio del buque-escuela de Su Majestad "Gneisenau", el día 16 de Diciembre de 1900 junto al malecón de Málaga. Berlín a 3 de junio de 1901. El secretario de Estado de la Oficina de la Marina Imperial. Von Tirpitz". Los marinos supervivientes regresaron a Alemania en el vapor "Andalucía"….”
El resto de la extensa reseña histórica se dedica a informar sobre el Cementerio Inglés, sin aclarar nada más sobre Adolfo Príes y Saniter. Sin embargo, en la misma se mezclan las trayectorias del citado Adolfo Príes y Saniter y de su hijo Adolfo Enrique Príes Scholtz. Según el libro Historia del Cuerpo Consular en Málaga 1641 – 2002, ambos fueron cónsules de Alemania en Málaga, el padre entre 1863 y 1883 y el hijo entre 1883 y 1912. A la vista de estos primeros datos queda claro que el responsable de la actuación en 1900 fue el hijo, Adolfo Enrique Príes Scholtz.
Pero, ¿a quién está dedicada la avenida? y ¿cuándo aparece en la toponimia urbana de Málaga? Ana Pérez-Bryan afirmó en un artículo del periódico Sur, publicado el 6 de noviembre de 2022, que el origen de la vía está en el comerciante y banquero alemán Adolfo Príes Saniter que “en 1871 se convirtió en el primer cónsul de la Alemania unificada en Málaga”, cargo que desempeñó hasta su muerte, y respecto a la segunda cuestión Pérez-Bryan afirma que apareció alrededor de 1906, año en que se concedió a Adolfo Enrique Príes el título de conde de Príes y la Gran Cruz de Beneficencia:
“El reconocimiento a la labor de Príes Scholtz llegó unos años después, en 1906 y con el Rey Alfonso XIII ya en el trono: el monarca le concedió el título de conde de Príes y la Gran Cruz de la Beneficencia. Además, en aquellos años se dio carácter oficial al nombre de Avenida de Príes en el callejero, formalizando así los legados del padre y del hijo”.
Las contradicciones siguen, más allá de las diferencias cronológicas en cuanto al inicio como cónsul del padre. Así, más de diez años antes de la fecha señalada por Pérez-Bryan para la aparición oficial del nombre de la avenida, éste ya aparece en un plano trazado y levantado por Emilio de la Cerda Gariot en 1892. En él aparece un detalle de los barrios de la Caleta y del Limonar en el que se rotula como ‘Avenida de Príes’ a la vía que discurre delante del Cementerio Inglés.
Unos años antes en 1880, en otro plano que recogía los proyectos del trazado de calle Larios y la prolongación de la calle de la Victoria hasta la plaza de la Aduana, se nombraba la misma vía como ‘carretera de Málaga a Almería’, pero las edificaciones situadas al otro lado de la calle, frente al Cementerio Inglés, al lado de una fábrica de azúcar, se nombraban como ‘Barrio de Príes’.
Ambos planos se basaron en el levantado en 1863 por Joaquín Pérez de Rozas, en el que la carretera se denomina ‘Carretera de Vélez’ y al lado de la citada fábrica de azúcar se dibujaban los edificios de un martinete, sin mención alguna del apellido Príes. Además, en 1889, el periódico cordobés El Adalid daba cuenta de una fastuosa moraga organizada el 16 de mayo por Adolfo Enrique Príes, en la cual el corresponsal señalaba: “Desde las nueve de la noche del pasado jueves, notábase desusada animación y movimiento en la avenida de Príes y paseo de Reding, donde se encuentran situados los pintorescos jardines de los señores Príes”.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, parece claro que, si bien las edificaciones entre el Cementerio Inglés y el mar estaban relacionadas con el primero de los Príes, como indica Pérez-Bryan en su artículo, el nombre de la avenida es anterior a lo estimado por ella, y que aparece entre 1880 y 1889, por lo que podría estar dedicado a cualquiera de los dos.
Lo cierto es que el periódico Diario de Córdoba daba la noticia, el 11 de julio de 1868, de la concesión del Regium exequatur a Adolfo Príes Sanitier como “cónsul de la confederación de la Alemania del Norte en Málaga”.
En cuanto a las relaciones familiares, Adolfo Príes Saniter nació el 26 de mayo de 1817 en la ciudad hanseática de Rostock, hijo de Juan Federico Príes y Ernestina Saniter; el 3 de abril de 1850 contrajo matrimonio en la iglesia de San Juan de Málaga con la malagueña Francisca Scholtz Caravaca, nacida el 28 de noviembre de 1831 en nuestra capital, hija de Cristián Federico Scholtz Roth y de Francisca Caravaca Muñoz. Fruto del matrimonio entre Adolfo y Francisca fueron Francisca (1851 – 1851), Clara (1852 – 1941), María (1856 – 1856), Adolfo Enrique (1857 – 1909), Enrique (1858 – 1858), Emilio (1860 – 1860), Paulina (1862 – 1862), Juan (1863 – 1863), Emilio (1865 – 1893) y Ricardo (1868 – 1870) Príes Scholtz.
El suegro de Adolfo Príes, Cristian Federico Scholtz, había nacido el 15 de agosto de 1776 en Berlín, era el primogénito del matrimonio Federico Guillermo Scholtz y Dorotea Tugendreich Roth, de cuya unión nacerían también Emilio (1785 – 1866), Eduardo Federico, Carolina, Guillermo (1786 – 1820), Carlos (1788 – 1865), Luis (1791 – 1832), Sofía (1793 – 1832), Federico Fernando (1796), Guillermina (1798 – 1866) y otro hijo más nacido en 1801 cuyo nombre no consta en la relación genealógica. En 1807 ya está en Málaga, donde junto con su hermano Emilio funda la casa de comercio Scholtz Hermanos, en ese año.
Poco tiempo después, en 1811, Cristian contraía matrimonio, el 8 de enero en la iglesia de San Juan de Málaga, con María Magdalena Wasberg Ferrari; de este matrimonio nació en ese mismo año María Josefa Scholtz Wasberg; antes de finalizar el año fallece María Magdalena y pocos meses después, ya en 1812, su hija. Pasados cinco años, Cristian contraería matrimonio en segundas nupcias con la citada Francisca Caravaca Muñoz. De esta unión nacieron Francisca (1818); María Concepción (1819); Carlos (1821); Eduardo (1822); Cecilia (1824); Enrique Guillermo (1826 – 1861); Paulina (1828 – 1920); Cristián (1830); Francisca, segunda de este nombre (1831 – 1915); Ricardo (fallecido 1911); Emilia (1835 – 1903); Dorotea (1836) y Clementina (1840 – 1931).
epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Pérez Frías PL. Los Príes, una saga consular en Málaga. epistemai.es [revista en Internet] 2024 junio (23). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/7705