Volver al inicio de 'Casto Méndez Núñez, un marino gallego en el corazón de Málaga'
A finales de diciembre de ese año Méndez Núñez avisa al Gobierno de que Perú y las demás repúblicas americanas declararán pronto la guerra a España, uniéndose a Chile, y propone diversas medidas. El Gobierno, en respuesta le ordena: “continuar con su escuadra en el Pacífico hasta alcanzar la paz, bien por medio de las armas, o por avenencia del Gobierno de Chile a otorgar las demandadas satisfacciones”. A principios de enero se cumplen las previsiones de Méndez Núñez, el día 13 se ratifica la alianza de Chile y Perú y, en los días siguientes, Bolivia y Ecuador declaran la guerra a España. El 7 de febrero tiene lugar la batalla naval del canal de Abtao.
Mientras se encuentra de operaciones la escuadra del Pacifico, Méndez Núñez mantiene un intenso intercambio de mensajes con el Gobierno, respecto a la conducción de aquélla y la precaria dotación de medios de que disponía. El 26 de enero le escribe el ministro de Estado, Bermúdez de Castro, y entre otras cosas le dice:
“…Confiando a Dios, a la virtud de nuestro derecho y al honor y bravura de nuestra Armada el triunfo de nuestra causa, en la firme inteligencia de que más vale sucumbir con gloria en mares enemigos que volver a España sin honra ni vergüenza.”
La misiva es recibida casi dos meses después, poco antes del bombardeo de Valparaíso, y Méndez Núñez la responde inmediatamente, el 24 de marzo, diciendo:
“Si desgraciadamente no consiguiese una paz honrosa para España, cumpliré las órdenes de V. E. destruyendo la ciudad de Valparaíso, aunque sea necesario para ello combatir antes con las escuadras inglesa y americana, aquí reunidas, y la de Su Majestad se hundirá en estas aguas antes que volver a España deshonrada, cumpliendo así lo que Su Majestad, su Gobierno y el país desean; esto es: Primero honra sin barcos, que Marina sin honra.”
La última frase, con el tiempo, llegará a ser recordada con distintas versiones, como la citada al comienzo; la recogida en una necrológica publicada en el periódico La Iberia, al día siguiente de su fallecimiento: “Mi nación prefiere más tener honra sin barcos, que barcos sin honra”; o bien en la forma que se plasmó en el monumento erigido por su ciudad natal en memoria de su ilustre hijo: “Más vale honra sin buques que buques sin honra”.
Siguiendo órdenes del Gobierno, Méndez Núñez bombardea Valparaiso el 31de marzo de 1866 y posteriormente, el 14 de abril, se dirige a El Callao con intención de repetir la operación en aquel puerto. El 2 de mayo tiene lugar el bombardeo de aquella plaza fuerte, entre las 12 de la mañana y las 5 de la tarde los buques españoles disparan sus cañones contra las baterías que defienden el puerto, mientras aquellas responden con sus piezas causando a la escuadra 43 muertos, 83 heridos (uno de ellos el propio Casto) y gran número de contusos. Ocho días después, cumpliendo las órdenes recibidas del Gobierno, la escuadra del Pacífico emprendía el regreso a España. Su jefe la dividió en dos grupos, él con algunos buques regresaría por el cabo de Hornos, mientras que la Numancia y el resto de la escuadra se dirigirían a Filipinas para seguir ruta por el cabo de Buena Esperanza. Así comenzaba la segunda parte del primer viaje de circunnavegación de un buque acorazado con la Numancia y la Armada española como protagonistas.
La noticia de la batalla de El Callao fue recibida con alegría en España y fue celebrada como una gran victoria. Méndez Núñez fue ascendido al empleo de jefe de escuadra por Real Orden de 20 de junio de ese año. En ese mismo mes el ayuntamiento de Málaga se sumaba a los reconocimientos con un acuerdo aprobado el día 14, en el que se decidió nombrar hijos predilectos de Málaga a todos los malagueños que hubiesen servido en la escuadra del Pacífico bajo el mando de Casto Méndez Núñez y hubiesen participado en aquellos hechos de armas. El acuerdo en cuestión se tomó en un cabildo extraordinario y monográfico presidido por el alcalde de Málaga, Enrique García Asencio, para tratar los “sucesos del Pacífico”; en él se presentaron dos mociones que, tras un receso de media hora, se fundieron en una propuesta final, presentada por el concejal Antonio María Pérez, que fue aprobada por unanimidad y que constaba de tres puntos:
“Dirigir una manifestación al Jefe de la escuadra en el Pacífico expresándole los sentimientos de admiración y gratitud del pueblo de Málaga por el heroico valor con que se han conducido los marinos en aquellos remotos mares, sosteniendo la honra nacional y mostrándose dignos continuadores de las glorias de la Marina Militar Española.– 2º Declarar hijos predilectos de Málaga á los Sres. Jefes, Oficiales e individuos de todas clases de la escuadra que sean naturales de esta Ciudad.- 3º Conmemorar el brillante combate del 2 de Mayo.”
Propuesto para el ascenso a teniente general de la Armada, Casto lo rechazó diciendo: “para que yo pueda ser útil a la patria no es indispensable la concesión de un nuevo empleo que sólo desearía obtener cuando nuevos servicios me hicieran digno de él”. No llegaría a obtenerlo, apenas tres años después del combate en El Callao, el 21 de agosto de 1869, fallecía en Pontevedra víctima de una penosa enfermedad, pocas semanas después de haber cumplido los 45 años.
La ciudad de Málaga le rindió un homenaje póstumo pocos meses después, dando su nombre a una calle por acuerdo municipal de 10 de enero de 1870, la calle Méndez Núñez; denominación que aún permanece en nuestro callejero.
Entre los marinos que estuvieron en la acción de El Callao estaban, al menos, dos malagueños: Antonio Palomo González y Manuel de la Cámara y Livermoore, este último con el empleo de teniente de navío y como oficial de derrota de la fragata Villa de Madrid. Ambos reclamarían en 1911 y 1913, respectivamente, el cumplimiento del acuerdo del 14 de junio de 1866, siendo nombrados Hijos Predilectos de Málaga, en ambos casos.
Pedro Luis Pérez Frías
Doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM333 “Crisol Malaguide”
Universidad de Málaga
Referencias de las imágenes
- Retrato de Casto Méndez Núñez. Serra y Mas, Pascual (fl. 1869-1875) – Madrid: Calcografía Nacional, 1869. Attibution: Serra y Mas, Pascual (fl. 1869-1875), Public domain, via Wikimedia Commons.
- Vapor de Ruedas Isabel II, renombrado Santa Isabel en 1850, pintado por Antonio de Brugada Vila (1804-1863) y conservado en el Museo Naval de Madrid (España). Attribution: Antonio de Brugada, Public domain, via Wikimedia Commons.
- Fotografía de la fragata blindada ‘Numancia’, buque insignia de la Escuadra del Pacífico. Esta fragata fue el primer buque acorazado de España. Attribution: Unknown photographer, Public domain, via Wikimedia Commons.
- Lienzo de Antonio Muñoz Degrain del Museo Naval que representa el momento en que cayó herido el marino Méndez Núñez en el puente de la fragata Numancia durante el bombardeo a los fuertes de El Callao, el 2 de mayo de 1866. Attribution: Antonio Muñoz Degrain, Public domain, via Wikimedia Commons
epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Pérez Frías PL. Casto Méndez Núñez, un marino gallego en el corazón de Málaga. epistemai.es [revista en Internet] 2023 junio (20). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/6105