Según la web municipal del Ayuntamiento de Málaga, callejero.malaga.eu, el 1 de septiembre de 2004, el cabildo malagueño acordó dar el nombre de ‘Cónsul Porfirio Smerdou’ a una calle de Málaga en reconocimiento a su labor desinteresada en nuestra capital durante la Guerra Civil (1936 -1939), ayudando a muchos malagueños.
En 2024 se cumplen, pues, 20 años desde la creación de esta vía. Actualmente es una de las calles que conforman la urbanización Colinas del Limonar, muy cerca de la calle dedicada a Baltasar Peña Hinojosa que sería, como Porfirio, cónsul de un país americano en Málaga, Baltasar de Perú y Porfirio de Méjico.
En la época del acuerdo municipal habían visto la luz diversas obras que daban cumplida cuenta del papel jugado por Smerdou en la Málaga de la Guerra Civil. Así, en 1986, se publicaba Motivación de un homenaje a Porfirio Smerdou Fleissner; tres años más tarde era Antonio Nadal el que firmaba su trabajo Mi diario de Villa Maya. Los refugiados nacionalistas en el consulado mejicano de Málaga, julio 1936-febrero 1937. Estos trabajos no parece que tuvieran gran repercusión en la opinión pública. Sin embargo, en 2002, año del fallecimiento de Porfirio, ocurrido en El Escorial el 11 de mayo, será Antonio Manuel Moral Roncal el que publique sendos trabajos: ‘El asilo consular en Málaga (1936-1937): Humanitarismo y diplomacia’, en Cuadernos republicanos, nº 50, pp. 59-71; y ‘El asilo consular en Málaga (1936-1937). La gestión diplomática de Porfirio Smerdou’, en Jábega, nº 91, pp. 103-115. Un año más tarde el periodista y escritor Diego Carcedo publicaba el libro El Schindler de la Guerra Civil Española. Historia del diplomático mexicano que salvó cientos de vidas de ambos bandos.
Un año después de haberse decidido dedicar una calle a Porfirio Smerdou, Álvaro Palenzuela Llinas firmaba ‘Aproximaciones biográficas y literarias al asilo consular y diplomático en la Guerra Civil’, en Aportes. Revista de Historia Contemporánea, nº 59, (2005), pp. 41-57; dentro de un número dedicado al asilo diplomático durante la Guerra Civil española. Además, el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia (RAH) incluye una voz dedicada a Porfirio Smerdou, firmada por el citado Antonio Manuel Moral Roncal.
A pesar de las abundantes fuentes sobre el personaje y su labor, la reseña histórica que se ofrece al visitante en la web del callejero municipal se limita a señalar sobre la calle Cónsul Porfirio Smerdou:
“Conocido también como «el Schindler de la guerra civil», a raíz del libro escrito por Diego Carcedo. Fue cónsul de México en Málaga en 1936, salvando de la muerte a cerca de seiscientas personas perseguidas de ambos bandos, a las que alojó en las instalaciones del consulado. Se acordó dar su nombre a una calle el 1 de septiembre de 2004, para que el comportamiento solidario de Don Porfirio permanezca en la memoria colectiva de los malagueños.”
Porfirio Smerdou Fleissner nació en la ciudad de Trieste el 12 de febrero de 1905; era hijo de José Smerdou Bosich y de Amelia Fleissner Franz. Su padre José había nacido también en Trieste, en 1863; hay que recordar que por aquel entonces la provincia de Friuli –Venecia, región donde se asienta la ciudad de Trieste, pertenecía al Imperio Austro-Húngaro y que sólo después de la Primera Guerra Mundial pasó a Italia. Su madre Amelia nació en 1871 en Marienbad, una ciudad de Bohemia, por aquel entonces perteneciente, igualmente, al Imperio Austro–Húngaro; aunque actualmente pertenece a la república Checa con el nombre de Mariánské Lázně.
Fruto del matrimonio de José y Amelia fueron José, Amelia (1893), Laura (1899), Guadalupe (1901) y Porfirio que, por lo tanto, fue el benjamín de los hermanos Smerdou Fleissner.
Don José fue cónsul de Méjico en Trieste, Bruselas y Sevilla, en esta última ciudad desde 1913 a 1923, según documentos del Archivo Histórico Diplomático Mexicano. De acuerdo a alguna fuente genealógica, en 1927 fue nombrado cónsul del mismo país en Málaga, cargo que desempeñó hasta su jubilación en 1929. El 12 de febrero de 1937 fallece en Málaga, pocos días después de la entrada en la ciudad del ejército de Franco.
No tenemos noticia exacta de cuándo llega a Málaga Porfirio con su familia, pero si sabemos que su padre firma en Málaga, en noviembre y diciembre de 1917, sendos artículos, publicados en el periódico La Correspondencia de España de Madrid, y que su madre, Amelia, fallece en esta capital el 27 de octubre de 1919, a los 48 años de edad, cuando el pequeño Porfirio tenía 14 años.
En 1927, el 26 de abril, con apenas 22 años de edad, contrae matrimonio en el Santuario de Nuestra Señora de la Victoria con Concepción Altolaguirre Bolín, nacida en Málaga el 6 de marzo de 1907; hija de Manuel Altolaguirre Álvarez y Concepción Bolín Gómez de Cádiz. De este matrimonio nacieron Porfirio, Luis María, Jorge y Maya. Además, gracias a este enlace, el círculo familiar se amplía a la familia Altolaguirre Bolín, con sus cuñados Luis (1904 – 1936), Manuel (1905 – 1959), Carlos (1908 – 1971) y María Emilia (1910).
Parece claro que Porfirio llega a España antes de los diez años y que con apenas doce está ya en Málaga, ciudad en la que establece estrechos lazos familiares y en la que, posteriormente, ejercerá su labor como cónsul de Méjico, a partir de 1930. Primero, con carácter honorario y después, a partir del 30 de enero de 1936, como vicecónsul; aunque ya en enero de 1935 firmaba como ‘Cónsul de México en Málaga’ en la revista África y América, publicada en Barcelona, sin citar su carácter honorario.
El citado Antonio Manuel Moral Roncal describe la actuación de Porfirio durante la Guerra Civil así:
“Al estallar la Guerra Civil, Porfirio Smerdou realizó una amplia labor humanitaria salvando la vida de numerosas personas amenazadas de muerte por la represión republicana: a 150 las albergó en su propia casa Villa Maya —sede del consulado mexicano—, logrando evacuar desde el puerto de Málaga hasta un total de 567 hombres, mujeres y niños con destino Gibraltar o Marruecos. Smerdou amparó a la gran mayoría de sus asilados en sus propios domicilios, protegidos por sus certificados consulares; visitó a presos políticos —tanto en la cárcel como en el buque-prisión Marqués de Chavarri— y logró convencer a tres ciudadanos mexicanos para que albergaran en sus casas a 65 españoles. Su gestión humanitaria fue respetada por los mandos republicanos malagueños al lograr Smerdou acotar una zona libre de bombardeos de la aviación nacional, entre las montañas Sancha y Miramar, y organizar con éxito el canje de trece mujeres —compañeras de milicianos anarquistas— por otro número semejante de derechistas en Gibraltar, el 17 de noviembre de 1936. El cónsul argentino de Málaga traspasó sus poderes a Smerdou, el cual utilizó el consulado abandonado para albergar a más refugiados, así como la casa-almacén de un comerciante en Almogía, donde amparó a sesenta personas. El 19 de diciembre siguiente fue cesado de su cargo por el Gobierno mexicano, pero mantuvo la bandera y su gestión protectora hasta la entrada de las fuerzas nacionales en Málaga el 8 de febrero de 1937. A partir de entonces, se dedicó a proteger a republicanos de la represión franquista —con ayuda del cónsul italiano T. Bianchi— amparado por el prestigio obtenido anteriormente, pues ya no tenía inmunidad diplomática, al no reconocer México al Gobierno de Burgos. De esta manera, Smerdou volvió a presentarse en la cárcel, intercediendo por numerosos condenados a muerte. Al haber logrado, durante la etapa republicana, evitar la destrucción de la caseta de amarre del cable Roma-Buenos Aires de la Compagnia Italiana dei Cavi Sottomarini, las autoridades italianas, e incluso altos cargos del Vaticano, le ayudaron a salvar a veintiún masones españoles, cuyas penas de muerte fueron conmutadas por condenas de prisión.”
Pocos años antes el periódico La Voz, de Córdoba, publicaba el 12 de enero de 1935 una breve semblanza de Porfirio Smerdou, titulada ‘Silueta del día. Paisaje mexicano’, en la que se destacaba su amor por Méjico, diciendo de él: “mexicano en cuerpo y espíritu. Y enamorado fervientemente de su país, con el que sueña a todas horas desde su Consulado de Málaga”; destaca también su trabajo para difundir las bondades de Méjico y terminaba diciendo: “Por eso, don Porfirio Smerdou es un eficaz propagandista de su país. Al fin y al cabo después de oírle y de leerle, no hay más remedio que rendirse a la magnificencia lejana del imperio de Moctezuma. Y sentirse espiritualmente atraído hacia el maravilloso escenario de las montañas de Zacatecas”.
El gobierno de Franco le concedió la nacionalidad española, según decreto de 5 de abril de 1940 publicado en el Boletín Oficial del Estado del día 13 del mismo mes y año, sin señalar motivo alguno que la justificase, ya que únicamente decía:
“A propuesta del Ministro de la Gobernación, y previa deliberación del Consejo de Ministros, = DISPONGO: = Artículo primero.— Se concede la nacionalidad española a don Porfirio Smerdou Fleissner, súbdito mejicano. Artículo segundo.— La expresada concesión no producirá efecto alguno hasta que el interesare preste juramento de fidelidad al Jefe del Estado de obediencia a las leyes españolas con renuncia de todo pabellón extranjero y sea inscrito en él Registro civil. Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a cinco de abril de mil novecientos cuarenta = Francisco Franco = El Ministro de la Gobernación, Ramón Serrano Suñer”
La historia y la huella en Málaga de Porfirio Smerdou han sido reconocidas recientemente con la colocación de una placa en el antiguo emplazamiento de Villa Maya que recuerda su estancia en ella, a iniciativa de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Málaga; Además, se le concedió la Medalla de la Ciudad en 2022, a título póstumo, a los 20 años de su fallecimiento; esperamos que pronto se revisen y amplíen los datos que la misma Corporación ofrece en su callejero para rendirle justicia.
Pedro Luis Pérez Frías
Doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM333 “Crisol Malaguide”
Universidad de Málaga
Mas información:
Diplomacia y comercio en Málaga. Aproximación a la historia consular en nuestra capital
Los Príes, una saga consular en Málaga
epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Pérez Frías PL. Porfirio Smerdou Fleissner, un cónsul humanitario. epistemai.es [revista en Internet] 2024 junio (23). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/7684