Más allá de los aspectos bélicos, la Guerra Civil española (1936-1939) produjo grandes cambios en la sociedad y en la vida cotidiana en pueblos y ciudades. A partir del análisis de los Padrones y entrevistas (“memorias de niños en bocas de ancianos”), vamos a conocer algunos de sus efectos sobre la población de La Cala del Moral, que actualmente pertenece a Rincón de la Victoria, pero en aquellos años era el municipio de Benagalbón, con capital en el pueblo del mismo nombre.
La primavera de 1936 se caracterizó por disputas y enfrentamientos políticos e ideológicos, que culminaron en julio con una sublevación militar que triunfó en Sevilla, desde donde se extendió por Andalucía. Al final del verano solo quedaban leales a la República Jaén, Málaga y Almería.
La ofensiva final rebelde contra Málaga empezó el 2 de febrero de 1937; el día 6 tropas italianas conquistaron Alfarnate, Alfarnatejo y Colmenar, y bajaron hacia la costa; el 8 de febrero entraron en la capital las tropas españolas y las italianas. Vélez Málaga cayó el martes 9.
Málaga en febrero de 1937. Elaboración propia sobre plano de los años treinta. Fuente: IDEMAP
El municipio de Benagalbón no tenía tropas ni defensas militares, y solo era accesible por la carretera litoral. Quedó entre las dos vías de acceso del ejército atacante, pero fue el paso obligado de la gente que huía de la guerra de Málaga en dirección a Almería, mientras era bombardeada por los buques de guerra Cervera y Canarias, y ametrallada por la aviación italiana y española.
La Cala del Moral era la primera localidad del municipio de Benagalbón. Había crecido alrededor de la carretera de Málaga a Almería, en la pequeña bahía formada entre la elevación caliza de El Cantal y el arroyo Totalán, que era el límite municipal con Málaga, al pie del segundo Cantal.
La Cala del Moral. Ortofoto 1956-57.
Fuente: IECA. Elaboración propia de resaltado de la trama urbana, red fluvial y topónimos
La Cala del Moral 1897. Fuente: IECA
En 1935 estaba rodeada de huertas y de suaves lomas con almendros y olivos. Tenía una iglesia, y casi las mismas calles que a finales del siglo XIX y a mediados del siglo XX.
Según el Padrón Municipal, en 1935 La Cala del Moral tenía 1.272 habitantes. La mayoría de los hombres decían ser jornaleros o pescadores, dependientes de la demanda de mano de obra y de las circunstancias climáticas para ganar jornales de 4 a 6 pesetas al día. El sueldo anual del practicante era de 1.200 pesetas que son 3,2 pesetas/día; el cartero cobraba 1.800 que equivalían a 4,9 pesetas/día, y los ocho guardias civiles ganaban 3.100 pesetas anuales, 8,49 pesetas diarias.
Las principales reivindicaciones sindicales eran ocho horas de trabajo, un jornal de 5,50 pesetas y descanso dominical, que promovía la Asociación de Agricultores La Razón, y que eran compartidas por el Sindicato Único del Portland y Oficios Varios, predominante en La Cala del Moral, donde tenía su sede social y un Ateneo Libertario en la calle de La Huerta.
En el pueblo había 14 ‘industriales’ y solo 2 ‘empleados’, lo que podría indicar que la mayoría fuesen pequeños bares o tiendas. También había 4 ‘propietarios’, 2 de los cuales eran mujeres viudas, lo que no sorprende ya que había cuatro veces más viudas que viudos. Las otras dos mujeres que registraron profesión fueron una ‘criada’, viuda, y una ‘maestra’, casada.
Gran parte de la población había nacido en otros municipios, tal vez atraídos por la oferta de trabajo en la agricultura intensiva de la zona y en la fábrica de cementos de Portland, inaugurada en 1925.
Las diferencias de alfabetización por zonas sugieren algunas disparidades sociales, pero no parece haber grandes diferencias en un pueblo en el que, según el informe de la Guardia Civil a 1 de abril de 1936, no había conflictos sociales ni delincuencia.
Casa de la calle Marqués de Linares nº 45 de 1935. En la actualidad, es el número 62 de la avenida de Málaga
Como tramo inicial de la carretera de salida de Málaga, la calle Marqués de Linares fue el primer lugar de paso para las miles de personas que en febrero de 1937 escapaban de la guerra en la capital, según cuentan quienes lo vivieron: “…iba esto como una procesión. Apelotonada la gente, huían de Málaga despavorida“. El avance del frente de guerra: “el bombardeo aquí en La Cala, en el Tajo… a mí me parece que duró lo menos cuatro días”, hizo que muchos se marcharan con ellos.
A partir del 9 de febrero fue nombrado un jefe local de la Falange. Luego fueron cambiados los nombres de las calles, y hubo también dos somatén (civiles armados). Muchos vecinos huidos empezaron regresar: “se fueron las criaturas, con los tres niños… Llegaron a Torre del Mar, y entonces vinieron las tropas y dijeron ¡a volverse!”.
La comparación de los datos de los Padrones municipales indica que a 1 de enero de 1941 La Cala del Moral tenía 316 habitantes más que en 1935, pero confirman que solo están en ambos padrones el 70% de los habitantes, por lo que al menos 388 personas, la mayor parte de ellos incluidos en las 82 familias que abandonaron sus viviendas, no habían vuelto a su pueblo.
En 1940 hay un importante crecimiento del número de niños de 0 a 5 años (20,13%) pero basándose en nacidos en otros municipios, pues la proporción de niños nativos había descendido 3 puntos. Las casas desocupadas que mencionan los mayores, «lo mismo te metías en esta casa que en aquella, según te convenía, estaba todo vacío», las habitaron 614 personas, desplazadas a su vez de otros lugares, 104 de ellas procedentes de otras partes del mismo municipio de Benagalbón.
Aumenta el analfabetismo, ya que la proporción de personas que dicen saber leer se ha reducido en un 8,28%. La proporción de casados baja un 3,5% y la viudez crece un 2,2%, conservando la diferencia de cuatro puntos entre viudos y viudas. También había cambiado la composición de las familias, que acogían más familiares (tías, sobrinos, nietos…) y agregados.
En 1940 hay 9 propietarios, ninguno de los cuales era industrial o propietario en 1935, y las mujeres que declaran profesión son una ‘vendedora’ y dos ‘propietarias’, viudas las tres. La necesidad de reconstruir instalaciones y edificios destruidos en la guerra debió de aumentar la actividad de la fábrica Portland, pues la cuarta parte de los hombres de La Cala del Moral dicen ser ‘obrero industrial’, una nueva actividad, sin datos sobre jornales, sueldos o estabilidad laboral.
Población de La Cala del Moral recogida en los Padrones municipales de 1935 y 1940 (1)
Leyenda: Subt >15 a.= Población mayores de 15 años de edad. Nacido/a= Nacido en el municipio de Benagalbón.
Total= Población de La Cala del Moral. Lee= Sabe leer Sí. Subt >5 a.= Población mayores de 5 años de edad.
(1) Gómez-Villegas I., García-España F.(2020) Cambios sociodemográficos durante la Guerra Civil española en el municipio de Benagalbón. Un análisis de fuentes primarias. Baetica Estudios de Historia Moderna y Contemporánea, 40: 261-301
Las personas entrevistadas cuentan que sus padres se dedicaban a la pesca, la agricultura o la actividad industrial: “Antes de la guerra mi padre trabajaba en la fábrica de cemento y luego también, y echaba unos ratos de trabajo en las huertas”, pero casi todos hacen alguna referencia al hambre en su infancia: “Sembraba patatas y se tenía que poner a guardarlas de noche porque, no es que venían a por las patatas, venían a llevarse la semilla. Lo que habían sembrado para que naciera se lo llevaban para comer porque es que no había nada para comer”.
La vida era tan dura, “Había poco… ¡nada!”, que en 1940 aumentan los niños que declaran profesión: “yo con siete años estaba trabajando, aquí si no se arrimaba algo no se podía comer”, principalmente en las opciones que ofrecía el mercado local menos cualificado: pescadores y jornaleros.
Las personas mayores refieren familiares fallecidos y desplazados “en el frente murió un hermano de mi madre. Y otro hermano se pasó a Francia”, pero no hay registros exhaustivos de huidos y muertos.
En los datos parciales que se conservan de refugiados de Málaga en Almería aparecen 137 naturales del municipio de Benagalbón, de los que se han podido identificar a 76 residentes en La Cala del Moral en 1935. Según los registros, entre marzo de 1937 y diciembre de 1942 fueron fusilados 3 hombres, 1 murió en prisión y 2 en la guerra. Por diversas enfermedades y accidentes fallecieron 41 personas, de las que 17 eran menores de 10 años.
Se puede afirmar que la Guerra Civil española modificó el perfil demográfico y genético de La Cala del Moral, alterando profundamente la vida de la mayoría de sus habitantes.
Inmaculada Gómez Villegas 
Francisco García España
Licenciada en Historia por la UNED Epidemiólogo y Doctor en Medicina
Artículo anterior: Evolución del poblamiento de una localidad costera (I): La Cala del Moral
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epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Gómez Villegas I, García España F. Evolución del poblamiento de una localidad costera (II): Cuando la guerra pasó por La Cala del Moral. Epistemai.es 2022 octubre (18). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/5306