Volver al inicio de 'Sor Teresa Prat Fradera...'
En julio de 1938 Sor Teresa es ya también Comisaria de la región de la Orden de San Vicente de Paul y asiste a la entrega de la Cruz de Beneficencia a la superiora de la Casa de Expósitos de Córdoba. Su labor en el Hogar de Nuestra Señora de la Victoria será reconocida a mediados de 1946; en efecto, en junio se solicita la concesión de la Gran Cruz de Beneficencia para ella y dos meses más tarde, el 23 de agosto, el periódico La Tarde publicaba una nota del Gobierno Civil de Málaga en la que se informaba de que se estaba instruyendo un expediente para su ingreso en la Orden Civil de Beneficencia y se pedía que: “las personas que puedan alegar hechos de interés en relación con la conducta” de Sor Teresa se personasen en la Junta provincial de Beneficencia.
La petición no llegó a ser atendida, de momento. Lo cual no influyó en el ánimo de Sor Teresa. En diciembre de 1964 se inaugura una nueva cocina y servicios auxiliares en el Hogar; Sor Teresa, como “reverenda madre superiora, se encuentra en la bendición e inauguración de las nuevas instalaciones, acompañando al gobernador civil, Ramón Castilla Pérez, al presidente de la Diputación, José Marqués Iñiguez, el obispo de Málaga, Francisco Carrillo Rubio y otras autoridades”.
Dos años más tarde se realiza un gran homenaje, con motivo de celebrar sus sesenta años de profesión. Según destacaba la prensa, estaba a punto de cumplir los 80 años de edad. La Tarde titulaba el día 27 de diciembre: “Homenaje a Sor Teresa Prat Frader, Superiora del Hogar Provincial Nuestra Señora de la Victoria”. La noticia detallaba un extenso programa que se había iniciado con un triduo el día 26 y que se extendería con diversos actos hasta el 31 de ese mes, día en que los antiguos alumnos del centro rendirían tributo a Sor Teresa.
El día 29 tuvo lugar el acto principal, con una misa concelebrada seguida de un festejo en el salón de actos del Hogar Provincial; al abrir éste, el presidente de la Diputación, señor Marqués Íñiguez, informó a los asistentes que estaba “en tramitación muy avanzada la concesión a Sor Teresa Prat Fradera de la Gran Cruz de Beneficencia”. Los elogios a la homenajeada se multiplicaron en la prensa malagueña. El periódico La Tarde, decía de ella, ese día:
La reverenda madre Teresa Prat Fradera es respetada, admirada y querida por todos. Su tarea, precisamente por la amplitud de la labor social y humana que la Diputación realiza en su Hogar Provincial, tiene una proyección amplísima y en su trabajo a través de tantos años, sor Teresa ha sido siempre la ejemplaridad, la lección de virtudes permanentes, en un derrame de comprensión bondad y desvelos”.
Las palabras del presidente de la Diputación malagueña fueron premonitorias, al menos en cuanto al ingreso de Sor Teresa en la orden de Beneficencia. Una orden del 1 de abril de 1967, publicada en el Boletín Oficial del Estado del 19 del mismo mes, concedía la cruz de Beneficencia de segunda clase, con distintivo blanco:
De conformidad con lo dispuesto en el Real Decreto de 29 de julio de 1910 y Decreto de 26 de abril de 1940, y atención a los méritos que concurren en Sor Teresa Prat Fraderas, Superiora del Hogar Provincial de «Nuestra Señora de la Victoria de Málaga, y que se expresan en la Orden comunicada al efecto. El excelentísimo señor Ministro de la Gobernación, por la de 1 de abril de 1967, ha tenido a bien concederle el ingreso en la Orden Civil de Beneficencia con distintivo blanco y categoría de Cruz de segunda clase. = Madrid, 5 de abril de 1967.-El Director general, José de Diego López.

Sor Teresa Prat con el diputado Visitador de la Casa de Misericordia, en 1925
Al día siguiente de esa publicación, la prensa se hizo eco del ingreso de la superiora del Hogar Provincial en la Orden Civil de Beneficencia. El periódico malagueño La Tarde destacaba: “recientemente la ilustre religiosa cumplió las bodas de oro de profesión y las de plata en el cargo de superiora del Hogar”; y recordaba que la propuesta había partido del pleno de la Diputación Provincial de Málaga.
Sin embargo, la institución provincial no se daría, oficialmente, por enterada de esta distinción hasta un mes más tarde. El 25 de mayo, el mismo periódico daba cuenta de los temas tratados el día anterior en la sesión ordinaria de la Diputación Provincial; entre ellos, se dio cuenta de una comunicación del Excmo. Sr. Gobernador Civil, presidente de la Junta de Beneficencia, en la que trasladaba la citada resolución, tras la cual los asistentes “quedaron enterados con satisfacción de tan esperada noticia” y acordaron:
Reiterar la felicitación por tal motivo y facultar a la presidencia para que se proceda con la mayor solemnidad a la entrega de tan referida condecoración y del título de hija adoptiva de la provincia a tan ilustre hermana de la Caridad, que consagró su vida religiosa al Hogar provincial Nuestra Señora de la Victoria, donde siguen disfrutando su presencia.
Aunque la noticia no lo deja claro, parece que el nombramiento de Hija Adoptiva de la provincia es consecuencia directa de la concesión de la Cruz de Beneficencia y se acuerda en esa sesión, aunque probablemente la idea estuviese en la mente de los miembros de la Diputación mucho antes. La cuestión de la entrega de la distinción se retrasó algunos meses. El 14 de octubre de ese año, la prensa anunciaba que el lunes siguiente, día 16, se impondría la condecoración a Sor Teresa y se le haría entrega del título concedido por la Diputación Provincial, en un acto que tendría lugar a las doce de la mañana en el Hogar Provincial.

Concesión de la Cruz de la Beneficencia en 1967 (BOE)

Entrega de una medalla a Sor Teresa por el presidente de la Diputación
El acto de entrega de ambas distinciones tuvo lugar en la fecha anunciada, en el salón de actos del centro benéfico, y contó con la presencia del presidente de la Diputación, José Marqués Íñiguez, y otras autoridades. Tras la imposición de la cruz y la entrega del título por el presidente de la Diputación, tomaron la palabra el diputado visitador, el mismo presidente y el padre Luis Hernández, director de las hijas de la Caridad de la provincia de Granada, para loar a Sor Teresa, la cual agradeció las distinciones que se le acababan de entregar.
Cuatro años después se tomaba el acuerdo, citado al inicio, de dar el nombre de Sor Teresa al camino de la Misericordia. No sabemos si la homenajeada llegaría a ver las placas con su nombre en la avenida, ya que el 18 de marzo de 1972 fallecía en Málaga. El periódico La Tarde publicó ese mismo día la noticia, con una extensa nota necrológica que destacaba los hitos más importantes de su dilatada vida.
A pesar de esta abundancia de referencias en la prensa malagueña, la reseña histórica de la avenida Sor Teresa Prat, que incluye la web del callejero del Ayuntamiento de Málaga, sólo cita respecto a Sor Teresa Prat Fradera: “Directora durante más de 50 años del Hogar Provincial (Misericordia), hoy Centro Cívico, e hija predilecta de la provincia de Málaga. Se le puso este nombre a la avenida el 11 de junio de 1971, atendiendo a la sugerencia de la Diputación”. El resto de la reseña está dedicado a la Fábrica de Tabaco y al colegio Ave María.
Esperemos que pronto se recupere la memoria de esta monja ejemplar, malagueña adoptiva y benefactora de la infancia durante más de sesenta años.
Pedro Luis Pérez Frías
Doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM333 “Crisol Malaguide”
Universidad de Málaga
epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Pérez Frías PL. Sor Teresa Prat Fradera, una monja benefactora de la provincia de Málaga. epistemai.es [revista en Internet] 2025 febrero (25). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/8499