Volver al inicio de: El ‘Plus Ultra’ y Málaga
La Unión Mercantil publicó el día 11 el texto íntegro de los telegramas que se cruzaron durante la conferencia, que se prolongó hasta las ocho y diez minutos. El primer despacho fue remitido desde Málaga, del Rey a Franco, y decía:
“Presente el Rey que te felicita de todo corazón hermosa hazaña acabas realizar. Hazme el favor de adelantarme detalles del viaje e incidentes que hayas tenido sobre todo después de haber pasado por Fernando Noronha y regreso a amerizar en aquellas aguas.- Alfonso Rey”
La respuesta de Franco a este despacho fue extensa y detallada, comenzando por agradecer las palabras del Monarca: “Tripulantes del Plus Ultra consideran mayor galardón felicitación de Vuestra Majestad y dan un viva al Rey”. Pasando a continuación a informar sobre los puntos requeridos por Alfonso XIII:
“Detalles viaje en el trayecto de Porto Praia a Fernando Noronha. Salimos tarde de Porto Praia por dificultades producidas por la marejada. A novecientos kilómetros de la costa americana precisamos con el radio goniómetro la estación de Olinda Pernambuco. Después un vapor en ruta que nos dio su situación dentro de nuestro derrotero viendo que no llegábamos con día a Noronha y que había densas nubes y no había luna, aumentamos al máximo el régimen de los motores para llegar con día a Noronha. Al poco tiempo precisamos por la proa las señales del goniómetro y media hora después avistamos dicha isla. A pesar de ir a 200 kilómetros de velocidad, no pudimos llegar con día y con las últimas luces del crepúsculo amerizamos a la vista de la isla y a unas 30 millas. Medimos la gasolina de los tanques y quedaban 900 litros, cantidad suficiente para haber llegado a Pernambuco. Navegando nos dirigimos al faro de Noronha a pesar del mal estado del mar, y anclamos en el puerto de San Antonio. No fue posible desembarcar porque los botes no podían atracar a la playa por causa del mar. Al día siguiente emprendimos vuelo a Recife después de recoger a Durán en el trayecto. Debido a chubascos se nos rompió hélice trasera y seguimos vuelo solo con motor delantero después de haber descargado el hidro de herramientas y equipajes que tiramos al mar. Llegamos a Recife hora y media después, amerizando dentro del puerto siendo esta la primera tierra americana que pisamos. De Pernambuco a Río viaje felicísimo. A la llegada a Río una embarcación nos produjo ligeros desperfectos en timones que fueron fácilmente reparados. En vuelo que hicimos en Río para prueba de motores, una avería en una tubería de esencias nos encendió una magneto del motor trasero sin consecuencias. Fue una gran suerte por no haber ocurrido en vuelo. Al salir para Buenos Aires en Río quisimos levantar a las cinco pero la excesiva carga del avión nos obligó a ensayos infructuosos hasta las siete y media de la mañana que conseguimos salir. Ya no teníamos día suficiente para llegar a Buenos Aires y solo forzando los motores conseguimos llegar a Montevideo a las doce horas de vuelo y ya anocheciendo llegamos a Montevideo. Recibimiento Montevideo entusiasta y muy ordenado gracias a medidas tomadas por autoridades nos permitieron descansar toda la noche. Y esta mañana fuimos recibidos por el Presidente al que entregamos carta de V. M. y saludo del Gobierno español prometiendo regresar a recibir homenaje de la nación. Vuelo de Montevideo a Buenos Aires una hora diez minutos a pesar amerizar durante él para tapar fuga de agua.”
Terminaba el jefe de la expedición sus explicaciones dando cuenta del recibimiento en Buenos Aires y dando muestras de lealtad al Rey y a la Patria: “Recibimiento entusiasta y creo no saldremos con vida de esta población. Lo hacemos por V. M. y por la Patria. Avión sigue inmejorable estado y tripulación desea hacer honor al nombre del avión y nacionalidad.- Franco”.
Alfonso XIII, responde manifestando su agrado por el final feliz del raid y comunica a Franco la concesión de honores a los tres oficiales de la tripulación, el nombramiento de gentilhombre, y deja para más tarde la recompensa a Rada. Además, le comunica el indulto de un legionario ferrolano por el que Ramón se había interesado:
“Está bien, celebro que todo haya salido bien. Como recuerdo de este te concedo llave de gentilhombre a ti Ruiz de Alda y Durán, reservándome el demostrar mi gratitud al mecánico Rada. En este momento acabo firmar indulto legionario ferrolano por el cual te interesabas. Tu familia está toda bien y la tengo al corriente de tu viaje. Te repito fortísimo abrazo y grito con vosotros, ¡Viva España!, ¡Viva la Aviación española!”
En respuesta a ese despacho, Franco agradece en nombre de la tripulación los nombramientos; añade al pueblo de Ferrol al Plus Ultra, para agradecer el indulto y expresa los mejores deseos para el Monarca y España; destacando la importancia del vuelo para las relaciones Iberoamericanas:
“Tripulantes del Plus Ultra reciben nuevo honor de V. M., con nombramiento de gentilhombres. En nombre de Plus Ultra y de pueblo de Ferrol, recibimos con mayor alegría indulto legionario ferrolano y hacemos votos por felicidad V. M., y de nuestra Patria. Plus Ultra con su viaje ha realizado verdadera unión pueblos Ibero-americanos. Nos unimos a gritar, Viva España, la Aviación española y del corazón nos sale un viva a nuestro Rey.”
El Rey termina la conferencia con Franco encargándole que comunique a Argentina su saludo y su agradecimiento por el recibimiento a la misión española: “Haz público mi saludo a Nación argentina y agradecimiento por recibimiento que te dispensa. Adios”. A lo que responde éste con escuetas palabras: “Agradezco profundamente todas las atenciones de V. M. y continuaré informándole de cuanta novedad ocurra aquí”.
Antes de cerrar la conferencia, el encargado de negocios de España en Argentina tuvo tiempo de enviar un despacho de felicitación al Rey: “En nombre colectividad española residente en Argentina y Embajada felicito entusiastamente Vuestra Majestad, por éxito aviadores y Nación española”; al que respondió el Monarca con palabras de agradecimiento y de esperanza:
“Agradezco felicitación esa colectividad española y Embajada, éxito nuestros aviadores. Tengo la seguridad será ejemplo a nuestra raza para que tenga confianza en sí misma y no se deje empequeñecer por pesimismos infundados.- Alfonso, Rey.”
El legionario indultado era citado de distintas formas en la prensa, coincidiendo en el nombre, Arturo, pero variando en los apellidos “Esplugues Casteleiro”, o “Esplugues Cortaleiro”, “Esplúguez”, “Esplugas”; pero todas las noticias coinciden en señalar que había sido condenado a muerte por haber matado a un cabo en el transcurso de un robo: “delito complejo de insulto de obra a superior, causando la muerte de éste y robo, con ocasión del cual resultó homicidio”.
Lo cierto es que la petición de Ramón Franco se había formulado el día 9, y se unía a otras como la del Ayuntamiento de Ferrol y, según algún periódico, la propia madre del piloto; formando parte de una campaña iniciada antes, incluso, de que el Consejo Supremo de Guerra y Marina viese la causa, el día 5 de febrero, vista que se saldó con la confirmación de la condena a muerte, además de otras penas, dictada unos años antes por un consejo de guerra reunido en Ceuta y presidido por el general Herraiz de Conderena.
La complejidad de la cuestión hizo que el indulto concedido por Alfonso XIII al condenado no fuese firmado por el Monarca hasta el 14 de febrero, en contraste con el Real Decreto de indulto general que fue firmado por el Rey el mismo día de la conferencia telegráfica, el 10, en Málaga. Ambos serían publicados en el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra los días 16 y 12, respectivamente, si bien el decreto del 10 había sido ya incluido en la Gaceta de Madrid del 11. Además, en el caso de legionario, el decreto fue firmado por el ministro de la Guerra, el general Juan O’Donell Vargas, duque de Tetuán, y se le conmutó la pena de muerte por la de cadena perpetua; mientras que el indulto general fue firmado por el Presidente del Consejo de Ministros, el general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, marqués de Estella.
El vuelo de Franco y sus compañeros seguiría siendo objeto de atención para el Cabildo malagueño en los días siguientes. Así, tres días más tarde de la histórica conferencia, el 13 de febrero, el Ayuntamiento, por vía de su Comisión Permanente, volvía a tratar aquel vuelo, en esta ocasión para agradecer el recibimiento otorgado a la tripulación del hidroavión Plus Ultra:
“Fue acordado dirigir expresivos telegramas de agradecimiento y saludo a los Alcaldes o Intendentes de Buenos Aires, Rio de Janeiro, Pernambuco y Cabo Verde por el recibimiento dispensado a los aviadores españoles que han llevado a cabo el raid Palos de Moguer a Buenos Aires.”
Cinco días después era el concejal Giménez Lombardo el que presentaba a dicha comisión una propuesta relativa a aquel raid:
“El Sr. Gimenez Lombardo dijo: que como saben los Señores Concejales se ha abierto una suscripción a favor de los aviadores que han hecho el raid de Palos a Buenos Aires y propuso que se autorice al Sr. Alcalde para contribuir a la misma con la suma que a bien tenga y que se imputará al Capítulo de Imprevistos. = La Comisión por unanimidad aprobó dicha proposición.”
El 3 de abril la Comisión Permanente nombraba una delegación municipal para asistir en Palos a la recepción de Ramón Franco y sus compañeros:
“A propuesta de la Presidencia se adoptó el siguiente acuerdo: Designar a los Señores D. Juan Arjona Lechuga y D. Sebastian Mª Abojador para concurrir al Puerto de Palos en representación de este Ayuntamiento al objeto de recibir a los aviadores que han hecho el Raid Palos de Moguer a Buenos Aires, abonándose los gastos que con este motivo se ocasionen con cargo al Capítulo de Imprevistos.”
A principios de mayo de ese año llegaba al puerto de Málaga el destructor Alsedo, por lo que el alcalde propuso a la Comisión Permanente municipal agasajar a los responsables de su tripulación:
“El Sr. Presidente dijo: Que ha llegado a este Puerto el buque de guerra "Alsedo" que tan brillante papel ha desempeñado en el raid Palos - Buenos Aires, y propuso que se agasaje en alguna forma a los Sres. Jefes y Oficiales. = La Comisión aprobó la proposición del Sr. Alcalde, autorizando a éste para hacer dicho agasajo en la forma que estime conveniente, imputándose los gastos que se originen al Capítulo y artículo respectivo del presupuesto en vigor y caso necesario al de Imprevistos.”
Pocos meses después, volvería el Alsedo a aguas de Málaga, en esta ocasión en una misión luctuosa: trasladar el cadáver del teniente de navío Durán hasta Cádiz. El infortunado compañero de Franco había fallecido en un accidente aéreo en Barcelona el 19 de julio de ese año. El buque había zarpado del puerto barcelonés a las 11 y 10 de la noche del día 21, escoltado por los destructores Velasco y Lazaga y cuatro contratorpederos. Al llegar el convoy a la altura de Málaga, el Alsedo continuó su marcha y los otros buques retornaron a Barcelona.
Después, el vuelo del Plus Ultra fue cayendo en el olvido en nuestra ciudad y con él sus tripulantes. Franco y Ruiz de Alda morirían diez años después que Durán, en los comienzos de nuestra cruenta Guerra Civil (1936 -1939). El primero cayó con su hidroavión al Mediterráneo, cerca de Baleares, el 28 de octubre de 1936 cuando participaba en una misión de la aviación “nacional” destinada a bombardear el puerto de Valencia. El segundo dejó el ejército tras proclamarse la República; integrado en la Falange Española llegó a ser un destacado dirigente de ella. En marzo de 1936 fue detenido y llevado a la Cárcel Modelo de Madrid, junto a Raimundo Fernández Cuesta y Fernando Primo de Rivera y Sáenz de Heredia. En cuya prisión estaba recluido meses más tarde, cuando se inició la sublevación contra el gobierno del Frente Popular, el 18 de julio; un mes después, su esposa Amelia Azarola y Echevarría consiguió su puesta en libertad, pero él se negó a abandonar a sus compañeros y pocos días más tarde, el 22 de agosto, fue fusilado por milicianos de la CNT y de la FAI, tras un simulacro de juicio realizado en la misma cárcel en el que fue condenado a muerte junto a antiguos ministros y diputados, como Melquiades Álvarez y Rodríguez de Posada, José Martínez de Velasco y Manuel Rico Avelló; el diputado José María Albiñana Sanz y su compañero de Falange Española Fernando Primo de Rivera y Sanz de Heredia.
Pablo Rada, el joven mecánico, de profundas convicciones republicanas, como Ramón Franco, se dedicó a la política al proclamarse la República; al estallar la Guerra Civil prestó diversos servicios al bando republicano desde Francia, sin llegar a combatir en ella. Exiliado a Colombia y después a Venezuela, volvería a España en febrero de 1969, muriendo en el Sanatorio de los Molinos (Sierra de Guadarrama) pocos meses después, el 18 de mayo.
Pedro Luis Pérez Frías
Doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM333 “Crisol Malaguide”
Universidad de Málaga
(*) Fuente: Biblioteca Virtual de la Defensa
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Pérez Frías PL. El Plus Ultra y Málaga. epistemai.es [revista en Internet] 2023 octubre (21). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/6506