Manuel de la Cámara y Livermore, un almirante malagueño olvidado

 

Una de las primeras fotografías de Manuel de la Cámara y Livermore

El 28 de noviembre de 1913 el Ayuntamiento de Málaga acordó, por unanimidad, conceder el título de Hijo Predilecto de la ciudad de Málaga al almirante de la Armada Manuel de la Cámara y Livermore. La concesión había sido precedida de una solicitud del interesado para que se le otorgase dicha distinción, aduciendo como justificación: “haber tomado parte en la batalla del Callao, como Teniente de Navío y oficial de derrota de la fragata ‘Villa de Madrid’ y estar comprendido por tanto en el acuerdo municipal de 14 de Julio de 1866” [ver el artículo de Casto Méndez Núñez].

Para entonces, hacía diez años que Manuel de la Cámara había dejado el servicio activo en la Marina española, tras su pase a la reserva a petición propia en agosto de 1903, poco después de haber ascendido al empleo de vicealmirante. Su carrera militar ha sido descrita por Alicia Castellanos Escuder en la correspondiente entrada del Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, por lo que remitimos a ella a los posibles interesados en esos aspectos castrenses.

Menos precisa es esta autora respecto a su fecha de nacimiento, que fija en el 7 de abril de 1836. Sin embargo, según los datos recogidos en los estados de la Armada, a partir de 1884, primer año en que se incluye este dato en dicha publicación anual, su fecha de nacimiento fue el 7 de mayo de 1836. Esta fecha la dio por buena el Diario de la Marina, editado en la Habana, el 6 de enero de 1920 al publicar la necrológica del almirante de la Cámara, tras su fallecimiento en Málaga dos días antes, y que asumen gran parte de las fuentes consultadas en internet; aunque otras señalan que nació el 30 de mayo de 1835 y que fue bautizado en la parroquia malagueña de San Juan. ¿Cuál de todas es la correcta?

La respuesta la encontramos en el Archivo Histórico Diocesano de Málaga, al consultar los libros de bautismo de la citada parroquia de San Juan, allí custodiados, hemos podido encontrar la partida de bautismo de Manuel de la Cámara, inscrita en el folio 209 vuelto del libro 91, con el número 110 de las correspondientes al año 1835; en ella se hacía constar que había nacido el 7 de mayo de ese año, siendo bautizado en la misma fecha, imponiéndosele los nombres de Manuel, Ramón, Estanislao. Por este documento sabemos que su padrino en la pila bautismal fue Manuel Agustín Heredia, tío por la línea materna. El texto completo de esta partida nos permite conocer los nombres de sus padres y sus abuelos:

“En Málaga en siete días del mes de Mayo de mil ochocientos treinta y cinco años. Yo D. Juan Pernia, Cura Tte. de la Parroquial de San Juan de esta ciudad, bauticé a Manuel, Ramón, Estanislao, hijo legítimo de D. José de la Cámara, natural de Laguna de Camero; y de Dª María de los Dolores Livermore, su mujer, natural y vecinos de ésta. Abuelos paternos D. Fernando y D.ª Vicenta de la Cámara; y maternos D. Tomás y D.ª Petronila de Salas; declaró su Padre no haber tenido otro hijo de este nombre; y aseguró con juramento que nació el día de hoy; fue su padrino D. Manuel Agustín Heredia a quien advertí su obligación y Parentesco, y testigos Antonio Millán y Joaquín Torres, todos de esta vecindad; doy fee.”

Navío de la flota española, 1889

El nacimiento del futuro almirante Manuel de la Cámara en 1836 sólo hubiera sido posible en caso de que el niño reseñado en la partida anterior hubiese fallecido en los primeros meses de vida, lo que habría permitido imponer el nombre a un hermano nacido en la fecha reseñada en los Estados de la Armada, 7 de mayo de 1936; pero, por el momento no hemos encontrado anotación en los libros parroquiales malagueños que den fe de alguno de estos hechos.

Al margen de esta cuestión, la partida pone de relieve la pertenencia de Manuel a una familia de la alta burguesía malagueña, con raíces riojanas, en el Señorío de Cameros, e inglesas y de una gran tradición comercial. Sus padres eran José de la Cámara de Tejada y Cámara de Tejada, nacido en Laguna de Cameros (Rioja) en 1793, y de María Dolores Livermore Salas, nacida en Málaga en 1803. Casados en Málaga, en la Parroquia del Sagrario, el 26 de noviembre de 1820; aunque las velaciones no se llevaron a efecto hasta el 2 de agosto de 1821, ceremonia esta última en la que actuaron de padrinos el citado Manuel Agustín Heredia y su esposa Isabel Livermore Salas. Mientras que en la ceremonia de noviembre del año anterior habían actuado como testigos “D. Manuel Larios, D. Manuel Gutiérrez y D. Pablo del Valle”.

Manuel de la Cámara, contraalmirante de la Armada, comandante de la escuadra de reserva, 1898

Ciertamente las relaciones familiares de Manuel de la Cámara eran extensas. Como ponen de manifiesto las partidas localizadas en el citado archivo diocesano, la de su bautismo y la del matrimonio de sus padres; por línea paterna era nieto de Fernando José de la Cámara de Tejada y de Gregoria Vicenta de la Cámara de Tejada y por la materna de Tomás Livermoore Page, natural de Halstead, una ciudad del condado de Essex en Inglaterra, y Petronila Salas y Rosales.

Ambas parejas fueron progenitores de una amplia prole, los Cámara de Tejada y Cámara de Tejada eran ocho hermanos: Josefa Eulogia, María de la Concepción, Fernando, Isabel, Antonio, María Escolástica, el propio José, y Francisco; mientras que los Livermoore y Salas eran otros ocho: Ana María, la citada María Dolores, Josefa Jacoba, Matilde, Petronila, Isabel, Juan Bautista y Tomás Joaquín Braulio.

La nómina de tíos se elevaba así a 14, a los que se añadían los respectivos cónyuges, como sucedió con Manuel Agustín Heredia Martínez, esposo de una de las hermanas de la saga de los Livermore y Salas, Isabel; la familia Heredia – Livermore se compondrá de catorce hijos, entre los que destacarían Amalia que terminaría contrayendo matrimonio con Jorge Enrique Loring Oyarzabal y sería la 1ª marquesa de Casa Loring; y Manuel Agustín, que se casará con Trinidad Grund Cerero de Campos.

Con semejantes antecedentes, no es de extrañar que la familia de la Cámara de Tejada –Livermore sumase diez hijos a la saga: Josefa, Tomás, Isabel, Carlos, Mercedes, el citado Manuel, Ricardo, Leonor, Fernando y José; a los que algunas fuentes añaden otros dos.

Continuando la saga familiar, Manuel de la Cámara contrajo matrimonio con Emma Díaz Gayen, hija de Carlos Díaz Gómez de Cádiz, natural de Málaga, juez, y de Amanda Gayen Fick, nacida en Altona, Alemania; el enlace tuvo lugar el 1 de agosto de 1878, en la iglesia del Sagrario de Málaga; fruto de ese matrimonio fueron Manuel, que seguiría la carrera militar del padre en la Armada, Emma, Carlos y Enrique de la Cámara Díaz. Además, las redes familiares de Manuel se ampliaron con la incorporación de los hermanos de su esposa: Carlos, Elvira, Eduardo y Arturo.

Manuel de la Cámara, jefe de la Escuadra de Reserva, ilustración de Xaudaró

Manuel inició su formación militar en el Colegio de aspirantes de la Armada, centro de enseñanza situado en la población militar de San Carlos, dependiente del departamento marítimo de Cádiz, que había sido creado en 1844, por real decreto de la reina Isabel II de fecha 14 de septiembre, y que había abierto sus puertas el 1 de enero del año siguiente. Aunque inicialmente contaba con una capacidad de 80 plazas de aspirantes, en 1850 se amplió aquella en otras 20. En este último año, poco después de esta ampliación, el joven Manuel ingresaba en el colegio como aspirante supernumerario, probablemente el 4 de junio. Según el reglamento que regía el colegio, 44 de las plazas iniciales estaban reservadas a hijos de militares, 38 para descendientes de padres pertenecientes a la Armada (seis de ellas para huérfanos, como plazas de gracia) y 6 para hijos de oficiales del Ejército; las 36 restantes se destinaban a “hijos de particulares”, es decir hijos de civiles. De las 20 plazas ampliadas en 1850, la mitad se reservaban como “de provisión real” y la restantes eran de provisión ordinaria, pero sin distinguir la profesión paterna. Dada la profesión paterna, Manuel de la Cámara tuvo que ingresar en el cupo de los “hijos de particulares”.

Para ingresar en el Colegio de aspirantes, el reglamento fijaba una edad mínima de once años cumplidos y no rebasar los catorce. Según las fechas de nacimiento barajadas, el joven Manuel tendría quince años, recién cumplidos, en junio de 1850, si la partida de bautismo reseñada fuese la correcta; en cambio, si la fecha fuese la reseñada en el estado de la Armada y la hoja de servicios, 7 de mayo de 1836, habría cumplido los catorce, pero sin rebasarlos. ¿Equivocación? ¿Casualidad? ¿Hábil falsificación de la partida?

Contraalmirante de la Cámara, jefe de la segunda escuadra de operaciones, junio de 1898

Al margen de estas cuestiones, para conseguir su ingreso en el colegio Manuel tuvo que someterse a un examen para probar sus conocimientos en doctrina cristiana, lectura, escritura, gramática castellana y “las cuatro primeras reglas de la aritmética aplicadas a los números enteros y fraccionarios, decimales y comunes”; además, al tener más de doce años y medio de edad, tuvo que superar otro examen de aritmética. Una vez en el colegio, permaneció en el centro tres años y medio, tiempo en el que estudio como materias principales: “aritmética, álgebra elemental, geometría, trigonometrías; principios de física experimental, química y mecánica, cosmografía y navegación” y como accesorias: “geografía, historia, moral y religión, idiomas francés e inglés, dibujo, principios de construcción y maniobra, esgrima, manejo de armas, artillería y sus ejercicios, gimnasia y baile”.

Así fueron los primeros años de formación del que, con el tiempo llegaría a ser reconocido por el Ayuntamiento de Málaga como Hijo Predilecto de la Ciudad. Como contraalmirante de la Armada, desempeñó la jefatura de la escuadra de reserva que se pretendió enviar, primero a Filipinas, después de la batalla de Cavite (1 de mayo de 1898), sin que pudiese llegar más lejos del Mar Rojo por las presiones internacionales, y más tarde a Cuba, sin que tampoco llegase a tiempo de evitar el desastre de Santiago de Cuba (3 de julio de 1898).

Su ascenso al almirantazgo se había producido un año antes, Real Decreto de 31 de marzo de 1897, fecha en la que cesó como jefe de la comisión de Marina en Londres; cargo que hasta entonces había desempeñado con el empleo de capitán de navío de primera clase. A su regreso a España fue nombrado Director del Material del Ministerio de Marina, Real Decreto de 18 de agosto de 1897, puesto que ocupó hasta su nombramiento al frente de la citada escuadra, Real Decreto de 4 de mayo de 1898, que un tiempo después pasaría a denominarse “escuadra de instrucción”; mando que desempeñaría hasta el 28 de noviembre de 1900. Por Real Decreto de 19 de julio de 1901 fue nombrado capitán general del Departamento marítimo de Ferrol, cargo que desempeñó hasta que por otra disposición de 17 de mayo de 1902 fue designado ayudante de campo del joven rey Alfonso XIII, una de las primeras determinaciones que tomó el monarca tras asumir de forma efectiva el trono.

Manuel de la Cámara, ayudante del Rey

Un Real Decreto del 16 de julio de 1903, le ascendía al empleo de vicealmirante, con la antigüedad de esa fecha; pocos días después, el 23 del mismo mes, cesaba como ayudante de campo del Rey y dos días más tarde era nombrado presidente de la Junta de la Marina mercante; aunque su permanencia en el cargo sería breve, ya que el 11 de agosto de ese año pasaba a la situación de reserva y cuatro días más tarde cesaba en aquel puesto.

Su fallecimiento en Málaga, ocurrido el 4 de enero de 1920, quedó oscurecido para la mayoría de la prensa por el de Benito Pérez Gáldos, ocurrido el mismo día en Madrid. El ayuntamiento malagueño trató ambos en el cabildo del día 9 de ese mes; el alcalde accidental, Pedro Briales López, comunicó a los asistentes la noticia; según el acta de la sesión: “dio cuenta del fallecimiento de los Sres. D. Benito Pérez Galdós y D. Manuel de la Cámara, notable literato y novelista el primero y almirante de la armada e hijo predilecto de esta Ciudad el segundo” y propuso, consignar en actas el sentimiento de la Corporación, dar el pésame a las respectivas familias y levantar la sesión en señal de duelo. Pero antes de ser aprobada la propuesta hubo diversas intervenciones, entre ellas la del concejal García Morales, que propuso dar los nombres de los fallecidos a sendas vías de la ciudad: “que se dé a la calle de Cristo de la Epidemia, el nombre de Pérez Galdós y a la de San Nicolás el de Almirante Cámara”.

La propuesta dio lugar a que Briales, como presidente de la sesión capitular, informase de que el teniente de alcalde, Antonio Gómez de la Bárcena, tenía previsto presentar una propuesta en el mismo sentido para el próximo cabildo, razón por la que él no había incluido nada al respecto en su proposición. Sin embargo, el propio Gómez de la Bárcena puntualizó que su intención inicial era referirse sólo a Pérez Galdós, pero que no tendría inconveniente en ampliarla al almirante Cámara, si se lo pedía el presidente; éste le respondió que vería “con sumo gusto se refiera a los dos”. Tras lo cual se aprobó la propuesta inicial del alcalde accidental, con una observación respecto a la postura de la minoría republicana, encabezada por Mapelli, respecto al tercer punto.

La flota española en el Canal de Suez, 1898

Como se había comprometido, siete días más tarde, Gómez de la Bárcena proponía al cabildo dar el nombre de Benito Pérez Galdós a una de las principales calles de la ciudad, junto con otras cuestiones que fueron aprobadas por unanimidad; y, acto seguido, respecto a Manuel de la Cámara señalaba el acta:

“Se acordó someter a informe de la Comisión de Obras Públicas una moción del Sr. Teniente de Alcalde D. Antonio Gómez de la Bárcena, proponiendo se dé el nombre de Almirante Cámara a una de las calles de esta ciudad como medio de rendir algún homenaje a la memoria del Excmo. Sr. D. Manuel de la Cámara que tenía el honroso título de hijo predilecto de esta Ciudad”.

El informe de la comisión de Obras Públicas se demoró casi un mes, pero finalmente el 13 de febrero se trataba en cabildo la cuestión de la concesión de una calle en homenaje a Manuel de la Cámara. Según se hacía constar en el acta: “De conformidad con lo propuesto por la Comisión de Obras Públicas se acordó dar el nombre de «Almirante Cámara» a la Calle del Puerto”.

A pesar de este acuerdo no parece que el cambio de denominación llegase a ser efectivo; o, en todo caso, si se hizo realidad duró poco tiempo. Los planos y callejeros de los años de la Segunda República ya no lo recogen. Así cayó en el olvido uno más de los Hijos Predilectos de la ciudad de Málaga que paseó el nombre de su localidad natal por el mundo.

 

 

Pedro Luis Pérez Frías
Doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM333 “Crisol Malaguide”
Universidad de Málaga


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Pérez Frías PL. Manuel de la Cámara y Livermore, un almirante malagueño olvidado. epistemai.es [revista en Internet] 2023 junio (20). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/6256

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