En el popular barrio malagueño de Huelin, a los pies de la Iglesia de San Patricio, nace la avenida de Sor Teresa Prat que nos lleva hasta la actual avenida de los Guindos, muy cerca de la antigua Casa de Misericordia, actual ‘Centro Cultural La Térmica’. El nombre de esta vía data del año 1971. El 21 de junio de ese año, la Comisión Permanente del Ayuntamiento de Málaga celebró una sesión para tratar 110 asuntos, relativos a muy diferentes temas; uno de ellos fue la propuesta de dar el nombre de ‘Sor Teresa’ al conocido tradicionalmente como ‘Camino de la Misericordia’. La reseña aparecida en el periódico La Tarde al día siguiente decía:
Estudió la Permanente el asunto de la avenida llamada tradicionalmente camino de la Misericordia y al no constar antecedentes de acuerdo municipal para que así se le designe; a la vista de ello y atendiendo sugerencia de Diputación Provincial, se acuerda por unanimidad darle el nombre de Avenida de Sor Teresa, en recuerdo de la que fue durante cincuenta años directora del Hogar Nuestra Señora de la Victoria e hija predilecta de la provincia, Sor Teresa Prat.
La homenajeada era Sor Teresa Prat Fradera, una monja de las Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl, conocidas popularmente como Hermanitas de los Pobres o Hermanas de la Caridad. Había llegado a Málaga en septiembre de 1907, con 20 años de edad y recién profesada en la Orden; y desde entonces permaneció en nuestra ciudad.
Sor Teresa pertenecía a una familia catalana y había nacido, en los últimos días de 1886 o primeros de 1887; según algunos datos aparecidos en prensa la fecha exacta podría ser el 30 de diciembre de 1886. Está constatada la existencia de dos hermanas, Dolores y Francisca, casadas con Juan Basquens Esparrach y Tomás Rossell Roura, respectivamente. Es posible que tuviese otros hermanos, como Antoni (nacido el 19-10-1872), Rafael (24-11-1873) y Josepa (17-12-1876), los tres naturales de Masnou.
Por el momento, no hemos podido precisar la fecha concreta de llegada de Sor Teresa a la capital malagueña, por lo que no podemos asegurar que viviese en primera persona la terrible madrugada del 24 de septiembre de 1907, cuando el Guadalmedina se desbordó y sus aguas anegaron la iglesia de Santo Domingo y sus aledaños y arrastraron el puente de madera que unía el barrio de Perchel con el centro de la ciudad. Pero, es seguro que conocería las consecuencias de la Riá.
Según indican Carmen Sanchidrián y Francisco Martín, por aquel entonces la Casa de Misericordia estaba repartida en tres locales, uno en el Hospital Civil, otro en el asilo de San Enrique y el tercero estaba en calle los Negros. Hasta 1887 había ocupado el antiguo convento dominico de Santo Domingo, al lado de la iglesia. Este era uno de los establecimientos de beneficencia en los que trabajaban las Hijas de la Caridad, el otro era la Casa Cuna. No sabemos en cuál de ellos se integró la joven Sor Teresa aquel aciago septiembre.
Lo cierto es que desde 1903 existía un proyecto para construir una nueva Casa de Misericordia; éste era obra de los arquitectos José Novillo Fertrell y Manuel Rivera. Dicho proyecto había sido aprobado en 1904 y las obras se habían iniciado dos años más tarde, en unos terrenos cedidos por los marqueses de Larios que, hasta entonces habían formado parte del cortijo Ahumada, propiedad de la Sociedad Azucarera Larios. Estas obras se prolongarían hasta mediados de 1909.

Entrega de la Casa de Misericordia, 1910

La Riada de 1907 en el puente de Santo Domingo
El estallido de la guerra en Marruecos, en la zona de Melilla, en julio de 1909, hizo variar los planes sobre el complejo en construcción. La parte ya finalizada fue cedida al Ministerio de la Guerra para su uso como hospital militar; durante el mes de agosto fueron destinados diversos médicos y farmacéuticos militares al nuevo establecimiento, así como se le dotó del material necesario, al menos 700 camas con sus correspondientes equipos de sabanas y mantas. En noviembre de ese mismo año, la revista La Unión Ilustrada daba cuenta del acto de su inauguración y describía las instalaciones de la “nueva Casa de Misericordia”:
Tiene dos plantas y ocho pabellones amplísimos y excelentemente ventilados. Además cuenta con pabellones de servicios, talleres, escuelas, baños y otros. En el pabellón central están instalados los despachos y habitaciones de numeroso personal.
Añadía la revista que ya estaba ocupado por “muchos soldados enfermos y heridos de la campaña de Melilla”. Durante un año funcionaría como hospital de sangre para los heridos y enfermos procedentes del norte de África. El 12 de agosto de 1910 el Ayuntamiento de Málaga recibía la noticia de su próxima devolución:
El Ayuntamiento quedó enterado con satisfacción de un telegrama del Ilmo. Sr. Director de Obras Públicas en el que manifiesta que el Sr. Ministro de la Guerra ha dado orden de que sea devuelto la Casa de Misericordia, que hasta hoy sirvió de Hospital de Sangre, significando su reconocimiento a esta Ciudad, Diputación y Ayuntamiento por la conducta seguida con el Ejército Español. (Archivo Municipal de Málaga, Actas capitulares, vol. 308, folio 249 vuelto)
Lo cierto es que la devolución se retrasó algunos meses y la Diputación de Málaga y las Hijas de la Caridad tuvieron que esperar hasta diciembre para recibir de las autoridades militares la nueva Casa de Misericordia, como recogía el 25 de ese mes la revista La Unión Ilustrada en una fotografía en la que, junto a los representantes de la Diputación y los militares, aparecen tres monjas de la Orden de San Vicente de Paul. No sabemos si alguna de ellas sería Sor Teresa Prat.

Sor Teresa y el diputado Visitador, 1925

Visita de la Reina en 1926
En julio de 1925, Sor Teresa era ya directora interina de la Casa de Misericordia, según reflejaba la revista Vida Gráfica en un amplio reportaje sobre ese establecimiento, publicado 20 de ese mes. Al año siguiente, es ya superiora y recibe a la reina María Cristina, junto al presidente de la Diputación y al Visitador, cuando la madre del rey Alfonso XIII visita el establecimiento benéfico, en el curso de una visita a Málaga, durante los días 22 y 23 de marzo.
Al inicio de la Guerra Civil, Sor Teresa y la comunidad de las hijas de San Vicente de Paul se ven obligadas a abandonar la Casa de Misericordia que se convierte en Casa de la Juventud. La separación será breve, ya que tras la entrada de las tropas ‘nacionales’ en la ciudad de Málaga, en febrero de 1937 -no sabemos cómo pasaron las Hijas de la Caridad los meses en los que la ciudad estuvo en el bando republicano-, el día 11 de dicho mes un pequeño grupo de ellas asistió a la misa celebrada en el Paseo del Parque; el periódico Boinas Rojas citaba su asistencia a aquel acto, pero no daba ningún nombre. Muy pronto, las instalaciones de la Casa de Misericordia vuelven a sus anteriores ocupantes, con el nombre de ‘Hogar Provincial Nuestra Señora de la Victoria’ y acogiendo solamente a la infancia, con Sor Teresa como superiora.
epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Pérez Frías PL. Sor Teresa Prat Fradera, una monja benefactora de la provincia de Málaga. epistemai.es [revista en Internet] 2025 febrero (25). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/8499