Gerónimo Rafael Carrasco, el primer alcalde constitucional de Málaga

 
 
Pedro Luis Pérez Frías
Doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación HUM333 “Crisol Malaguide”
Universidad de Málaga
 
 
El 21 de septiembre de 1812 se formó el primer ayuntamiento constitucional en Málaga. Según consta en las actas capitulares, guardadas en el Archivo Municipal de nuestra ciudad, en el cabildo de aquel día se “instaló” un nuevo ayuntamiento:

“Estando en la Sala Capitular de esta Muy Noble y Leal Ciudad de Málaga en la mañana de este día veinte y uno de Septiembre de mil ochocientos doce años. El Señor D. Fernando Ordóñez y Gamboa, Corregidor de ella, de cuya orden se han citado a los Sres. Alcaldes Regidores y Síndico que deben componer este Ayuntamiento según lo determinado por la Constitución de la Monarquía Española y a su virtud concurrieron los Señores.” (Archivo Municipal de Málaga, Actas capitulares, Año 1812, vol. 202, folios 593 y 594)

Encabezaba este nuevo ayuntamiento Gerónimo Rafael Carrasco, como Alcalde Primero, y le acompañaban como regidores: Juan Antonio Rando, Miguel Baso, Rafael Isasy, Josef Mendoza, Joaquín García, Manuel Pablo de Angulo, Manuel Pacheco, Fernando Bautista Chacón, Diego Quilty, Diego Moreno, Carlos de Salas, Juan Pagliery, Rafael Santaella, Pedro Arnau y Bru y Juan Porta; completaba el concejo municipal Fernando Barrientos, como síndico. Fernando Ordóñez y Gamboa, como corregidor, recibió el juramento de los nuevos miembros “según lo prevenido”, con lo que quedó establecido, formalmente, el Ayuntamiento; después de lo cual el hasta entonces corregidor salió del cabildo dejando su cargo.

Grabado representando la plaza de las Cuatro Calles

Tan solo once días antes, el día 10 del mismo mes, la corporación malagueña, presidida por el citado corregidor, pero con una composición muy distinta en cuanto a los regidores, había acordado que el día 13 se procediese al nombramiento de electores en las cuatro parroquias de Málaga, para que acto seguido aquellos eligiesen a los miembros del nuevo Ayuntamiento que debía tener la ciudad: 2 alcaldes, 16 regidores y 2 síndicos.

A modo de mesas electorales se designó, en el mismo cabildo, los componentes de las comisiones que debían controlarlas en cada una de las parroquias, compuestas por un miembro del cabildo municipal como presidente, un abogado y un escribano que actuaría como secretario:

Sagrario: el Corregidor Fernando Ordóñez y Gamboa, como presidente; el licenciado Juan Antonio Rando y el secretario del ayuntamiento Antonio del Castillo Fragua.

Santiago: el Regidor Decano, Manuel Rengel, presidente; el licenciado Francisco de Paula Rosado y el secretario del ayuntamiento Josef Sánchez de Castilla.

Mártires: el Conde de Villarcasa, presidente; el licenciado Francisco Tellez y el escribano de los Reinos Salvador López.

San Juan: el Conde de la Quintería, presidente, el licenciado Juan Delicado y el escribano de los Reinos Josef de Aldana.

La convocatoria electoral se hizo por medio de un bando y edictos en los que se incluyó el Real Decreto de 24 de mayo de 1812, dictado por las cortes de Cádiz, en el que se habían establecido las reglas para la práctica de dichas elecciones. Además, se convocaba al vecindario para que acudiesen a las ocho de la mañana del 13 a sus respectivas parroquias para votar a los electores que les representarían (siete en los Mártires y seis en cada una de las restantes). En caso de que no se hubiese terminado la votación por la mañana, se veía continuar por la tarde y, si era preciso, al día siguiente hasta terminarla.

Se requirió también a los “Alcaldes de Barrio” que fomentasen la participación en sus respectivas demarcaciones. Al no existir un censo electoral se dispuso que estos alcaldes de barrio y los curas párrocos de cada parroquia estuviesen también presentes para informar “de cualquiera duda que ocurra”. Como en la parroquia del Sagrario sólo había un alcalde de barrio, se decidió que se nombrasen dos personas, “ciudadanos que tengan mayor conocimiento de su feligresía y la mejor opinión pública”, a los que pedir informes en caso de duda.

Dado que los sacerdotes dependían de la autoridad eclesiástica, el día 11 se envió un oficio al provisor del Obispado, Feliciano de Molina, a fin de que diese la orden a los curas párrocos implicados, de que concurriesen a dichas elecciones.

Lo cierto es que la Constitución se había proclamado en Málaga el día 6 de septiembre, en la plaza Mayor y en la de la Merced, y dos días más tarde en la catedral y en las iglesias de las cuatro parroquias de la ciudad, Sagrario, Santiago, San Juan y Mártires. Actos que fueron propiciados por Fernando Ordóñez y Gamboa como corregidor.

Gerónimo Rafael Carrasco había desempeñado diversos cargos desde el comienzo de la Guerra de la Independencia. A principios de 1809 fue nombrado diputado del común en el ayuntamiento de Málaga, cargo que desempeñó junto a José Sasso, Luis Witemberg y Antonio Pérez Dávila, durante ese año. En 1810 es nombrado de nuevo para el mismo cargo, en unión de Andrés María Suárez, Antonio Gómez Santaella y Luis Witemberg y Mendieta.

Plaza de la Constitución en la actualidad

La toma de Málaga por los franceses, el 5 de febrero de 1810, no supuso ningún cambio para Gerónimo y sus compañeros diputados del común; tres días después, el 8, juraron “obediencia y fidelidad al Rey Nuestro Señor D. José Napoleón primero Rey de España y de las Indias, a la Constitución y a las Leyes”, en la catedral de Málaga y sobre los Santos Evangelios; ese mismo día fueron ratificados en sus cargos todos los que habían prestado aquel juramento. A partir del 14 de abril de ese año los diputados del común serán convocados a todos los cabildos municipales, por orden de esa fecha del corregidor Justo Martínez de Baños. Tres días después un Real Decreto de José Napoleón, firmado en Sevilla, sustituía a los ayuntamientos por las municipalidades y dividía el territorio nacional en prefecturas y subprefecturas.

La modificación territorial no supuso cambio alguno para Gerónimo, pero la disposición de Martínez de Baños dio lugar a una mayor presencia de los diputados del común en las sesiones capitulares del ayuntamiento malagueño. Sin embargo, el 29 de agosto, se constituía la nueva municipalidad, con asistencia de Gerónimo y sus tres compañeros diputados del común; poco más de dos semanas después, el 16 de septiembre, tiene lugar la última presencia en un cabildo de Gerónimo Rafael Carrasco como diputado del común.  Hasta el 4 de diciembre de ese año, la municipalidad no se dio por enterada de la orden del ministro de Interior por la que se suprimían los cargos de síndico y diputados del común, a partir de la designación de la nueva municipalidad a principios de 1811.

Su alejamiento de la gestión municipal fue breve. En 1812 forma parte de la Junta de Repartimientos creada, en julio de ese año, por la administración josefina en la ciudad de Málaga, junto a Francisco Monsalve y Monsalve, Juan Pagliery, Adrián Herraez, Miguel Fernández Navarro, Juan Porta, Joaquín García, Manuel Romero de León, Fernando Ugarte y Barrientos y Manuel Pacheco. Además, desempeñó el cargo de primer juez. Pero eso no supuso obstáculo alguno para su elección como Alcalde primero de Málaga, como se ha señalado.

Plaza de la Constitución, 1925

Plaza de la Constitución y calle Larios en la actualidad

En los días siguientes a su jura y toma de posesión como alcalde constitucional, Gerónimo Rafael y sus regidores desarrollaron una intensa actividad, con sesiones de cabildo diarias e, incluso, con dos sesiones en el mismo día en ocasiones, hasta finales del año 1812, con contadas excepciones en los que no hubo cabildo: los días 4, 11, 25 y 28 de octubre; 1, 2, 4, 8, 15, 21, 22 y 29 de noviembre; y 6, 8, 13, 20, 21, 22, 26, 27, 28 y 31 de diciembre. Es decir que en sus primeros cien días en el cargo de alcalde constitucional Carrasco tan sólo dejó de celebrar cabildo en 22 de ellos, y eso contando los domingos y festividades señaladas. Como en bastantes ocasiones, 36 días, las sesiones fueron dobles, Gerónimo convocó en ese tiempo, al menos, 114 cabildos. En ellos se trataron multitud de asuntos de interés para la capital malagueña.

Uno de los primeros fue dar el nombre de plaza de la Constitución a la Plaza Mayor, también conocida como de las Cuatro Calles. En efecto en el cabildo celebrado el día 1 de octubre se dio conocimiento a los asistentes de un oficio remitido por el Gobernador Militar de la plaza de Málaga, Rafael Truxillo, que daba cuenta de una Real Orden de las Cortes Generales y extraordinarias por la que se disponía: “que en la plaza principal de todos los pueblos de la España en la que se celebre o haya celebrado la publicación de la Constitución se denomine en lo sucesivo Plaza de la Constitución y que se exprese así en una lápida erigida en la misma”. Por lo que se tomó el acuerdo siguiente: “se guarde y cumpla dicha Real Orden y que se proceda inmediatamente a la formación y colocación de la lápida que se ordena”.

El oficio de Rafael Truxillo, o Trujillo, estaba fechado el 26 de septiembre y se limitaba a transcribir una Real Orden dictada por las Cortes generales el 14 de agosto anterior; la cual había sido remitida al Gobernador Militar de Málaga el 31 de este último mes por el ministro de Hacienda. Dicha disposición decía así:

“Las Cortes generales y extraordinarias, queriendo fijar por todos los medios posibles en la memoria de los españoles la feliz época de la promulgación de la Constitución política de la Monarquía, decretan: que la Plaza principal de todos los pueblos de las Españas, en la que se celebre o se haya celebrado ya este solemne acto, sea denominada en lo sucesivo, Plaza de la Constitución, y que se exprese así en una lápida erigida en la misma al indicado objeto. Lo tendrá entendido la Regencia del Reino para su cumplimiento, y lo hará imprimir, publicar y circular = Felipe Vázquez, Presidente = Manuel Llano, Diputado Secretario = Juan Nicasio Gallego, Diputado Secretario = Dado en Cádiz a 14 de Agosto de 1812 = A la Regencia del Reino”

Ubicación de la calle decano Rafael Carrasco en el callejero de Málaga

En el callejero de Málaga publicado por el ayuntamiento se recogen dos denominaciones relacionadas con este primer alcalde constitucional de la capital: “Plaza de la Constitución” y calle “Decano Rafael Carrasco”. Pero en las reseñas históricas no se cita este personaje, ni su papel en la Málaga de la Guerra de la Independencia. Así, en la de la plaza de la Constitución, dentro de una extensa reseña, los autores se limitan a señalar:

“A partir de 1812, en plena Guerra de la Independencia, la plaza comenzó a llamarse de la Constitución, con motivo de la promulgación de la de Cádiz. Pero en 1814, con la vuelta a España de Fernando VII que abolió la Carta Magna e implantó el absolutismo, la lápida que había en las Casas Consistoriales, situadas en el lugar que hasta hace poco ocupaba La Costa Azul, fue arrancada y destrozada por sus partidarios”.

Más breve resulta la reseña histórica de la calle Decano Rafael Carrasco, en la que escuetamente se dice: “Había sido diputado cuarto. Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Málaga en 1806”. La coincidencia del cargo de diputado y el ser licenciado nos inclina a pensar que el “Decano Rafael Carrasco” homenajeado con esta vía urbana, se trata de Gerónimo Rafael Carrasco, el primer alcalde constitucional de Málaga.

 

Artículo relacionado: Fernando Ordóñez y Gamboa, el corregidor que promulgó ‘La Pepa’ en la ciudad de Málaga


epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Pérez Frías PL. Gerónimo Rafael Carrasco, el primer alcalde constitucional de Málaga. epistemai.es [revista en Internet] 2025 junio (26). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/8717

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