Fogonazo es un momento de luz en un largo viaje. Y fogonero el responsable de que se produzca. Para ayudante de fogonero iba yo; pero, impelido por otros amores, me tiré del tren en marcha.
Y esto es también una locura que se comete por admiración y, por qué no decirlo, por amor entre la familia De Gálvez y la mía. Por amor se tira uno a una piscina sin saber si tendrá agua, confiando en que alguien, en este caso Irene, asumirá las consecuencias.
Y aquí me tienen. Explicando cosas de fogonazos y fogoneros.
Son ustedes una clase especial, “muy” especial de médicos. Y les voy a contar algunos de los porqués.
Antes de comenzar con mi exposición permítanme algo de orgullo de patria chica:
The introduction of cannon shot in the 14th century marked the beginning of a new type of war wound often with extensive injuries to the skeleton. In Spain during the siege of Malaga in 1487, Queen Isabella organized the first field hospitals, known as ambulances, set up in support of armies in action.
Ponseti IV. History of orthopaedic surgery
Iowa Orthop J. 1991; 11: 59–64.
Nicholas Andry de Boisregard
El primer fogonazo del que quiero hacer mención es el que dio nacimiento a la palabra ortopedia –arte de corregir o de evitar las deformidades del cuerpo humano por medio de aparatos o de ejercicios corporales-. Palabra inventada y usada por vez primera por Nicholas Andry de Boisregard (1687-1759) que, a sus ochenta y tres años, dio a la imprenta su obra:
“L’Orthopédie ou l’Art de prévenir et de corriger dans les Enfants les Difformités du Corps. Le tout par des moyens a la portée des Pères & des Mères, & de toutes les Personnes qui ont des Enfants a élever. Avec Figures.”
Y como autor:
“Par M. Andry, Conseiller du Roy, Lecteur & Professeur en Médecine au College Royal, Docteurregent, & Doyen de la Faculté de Médecine de Paris, &s”
Ortopedia, dice Andry, deriva del griego orthos, “recto, según norma”, y paideia, que viene a ser “educación del paidos o niño”. La ortopedia es así privativa del niño, y sería absurdo hablar de “ortopedia de adultos” y un pleonasmo “ortopedia infantil”; sin embargo, ambos términos suelen usarse por quienes desconocen la lengua griega. Andry fue caricaturizado por sus contemporáneos como ‘Doctor Gusano’ por sus conocimientos en parasitología; y tuvo dos hijas célebres, Parasitología y Ortopedia, que siguen creciendo en nuestros días.
En su obra escrita apareció originalmente el famoso emblema de la ortopedia universalmente aceptado, consistente en un árbol torcido atado con una fuerte cuerda a un poste rígido o vástago; dibujo que realizó su colaborador e ilustrador de la obra Antoine Humblot. Al proponer el método para tratar una curvatura excesiva de la pierna de un niño, habla Andry de:
“… aplicar tan pronto como sea posible una pequeña placa de hierro en el lado cóncavo de la curvatura y fijar ésta a un vástago… para recuperar la forma de la pierna, como se usa para enderezar el tronco torcido de un árbol joven.”
El artilugio así descrito fue llamado ‘Árbol de Andry’.
Jean André Venel
Aparece Jean André Venel (1740-1791) como precursor de las grandes escuelas de la especialidad. Suizo, inauguró el primer hospital para niños tullidos y con deformidades esqueléticas, es considerado otro de los padres fundadores. Se formó en Ginebra y completó estudios en Montpellier. Se estableció en Orbe cerca del lago Neuchatel donde ejerció la obstetricia y abrió una escuela para comadronas. Desde 1780 se dedicó al tratamiento de la tuberculosis y sus secuelas, del pie zambo y de la escoliosis. A medida que la eficacia del tratamiento ortopédico se hacía más ostensible y que los galenos se familiarizaban con el término de Andry, se generalizó la idea de que este tratamiento podría realizarse con mayor efectividad en un único lugar, lo que le llevó al concepto de hospital ortopédico.
Interesado por las deformidades de la infancia, adquirió una antigua abadía para ingresar sus enfermos y la adecuó a sus propósitos. En 1790 abrió el primer hospital de estas características en Suiza. Implementó la manipulación y los dispositivos ortopédicos para el pie zambo, el decúbito dorsal y la cama de tracción para las caries vertebrales (tuberculosis), la calistenia y los aparatos ortopédicos para la escoliosis y el tratamiento con tracción para las fracturas. Fue pionero en la helioterapia, en la confección de aparatos ortopédicos sobre molde de yeso e ideó un sistema de tracción de la columna. Numerosos centros ortopédicos, después de su exitoso emprendimiento, se abrieron en las décadas siguientes en Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia.
Y, como en todos los lugares cuecen habas, su abadía fue demolida recientemente para construir un aparcamiento.
Francesco Rizzoli
Émulo de Venel fue Francesco Rizzoli (Milán, 1809-Bolonia, 1880). Médico, cirujano, académico y político italiano, es considerado otro de los pioneros de la ortopedia. Consejero provincial de Bolonia fue llamado por el jefe del Gobierno, Urbano Rattazzi, para examinar a Giuseppe Garibaldi y tratarle la herida sufrida en Aspromonte; logró evitar la amputación del reunificador de Italia en cuyo ideal coincidía. Rizzoli, sin familia, donó su riqueza a la administración de Bolonia para la realización de su sueño: la construcción de un hospital grande y moderno, «para la prevención y tratamiento de las deformaciones del cuerpo«, en el que poner en práctica el tratamiento quirúrgico del raquitismo y las deformaciones congénitas; un hospital en el que podría aplicar todo lo visto en el extranjero y refrendar los resultados de los estudios de Joseph Lister.
Tenía tres objetivos: avanzar en la ciencia, humanizar la medicina y dar notoriedad a su ciudad. Como hiciera Venel cien años antes, en 1879 compró al Estado el monasterio de San Michele, expropiado en la era napoleónica y convertido en prisión. El proyecto fue asumido por la administración provincial después de su muerte y fue inaugurado por Umberto I el 28 de junio de 1896 con el nombre de Instituto Rizzoli. Hoy el Rizzoli Orthopedic sigue siendo uno de los mejores centros ortopédicos del mundo.
Ahora consideremos tres avances, sin los cuales su especialidad hubiese sido imposible, y que prácticamente coincidieron en el tiempo, dando lugar a un antes y un después: anestesia, antisepsia y rayos X.
William Thomas Green Morton
Analgesia y anestesia: durante el siglo XIX los avances en anestesiología permitieron llevar a cabo una pionera intervención en 1846 en Boston con anestesia general con éter, por William Thomas Green Morton (1819-1868). Como consecuencia la traumatología y la ortopedia experimentaron un gran avance en las técnicas quirúrgicas, al permitir la manipulación de fragmentos óseos fracturados sin infligir dolor.
Joseph Lister
Antisepsia. Por la misma época el cirujano británico Joseph Lister (1827-1912) inició las técnicas de antisepsia en intervenciones quirúrgicas y en las salas de pacientes. Se percató de que la putrefacción de las heridas quirúrgicas causaba alta mortalidad en los hospitales, equivalente a la de la contaminación de las infusiones que Louis Pasteur intentaba evitar. Para lograrlo, mientras trabajaba en la Glasgow Royal Infirmary, desarrolló, mediante calor, la asepsia y la antisepsia en cirugía, mejorando notablemente los resultados postoperatorios.
Gracias al descubrimiento de los antisépticos en 1865, Lister contribuyó a reducir el número de muertes por infecciones quirúrgicas. Publicó en The Lancet un artículo en el que indicaba el origen bacteriano de la infección en las heridas y métodos para luchar contra ella, proponiendo el fenol como antiséptico para lavar instrumental, las manos de los cirujanos y las heridas. El efecto fue espectacular; procedimientos quirúrgicos que antes eran una sentencia de muerte por infección casi segura se convirtieron en rutina. En 1869, en la misma línea, inventó el pulverizador de gas carbólico. En 1870 sus métodos antisépticos se usaron ampliamente en la guerra franco-prusiana salvando las vidas de miles de soldados. En 1878 Robert Koch, descubridor del bacilo de la tuberculosis, demostraría la utilidad de expandir el uso de las medidas de higiene y esterilización en la ropa y el instrumental quirúrgico.
La contribución de Lister a la medicina fue vasta y variada. Dio lugar a otro de los mayores avances en la historia de la cirugía con el uso del catgut, un suceso eclipsado por sus aportes mayores. Joseph Lister fue el descubridor y el primero que utilizó el catgut (la palabra kit o cat, no significa «gato» sino que hace referencia a un instrumento de cuerda similar al violín «cuerda de vihuela») como hilo de sutura. Lo usó por vez primera en la mastectomía que realizó en Edimburgo a su hermana. Se trataba de filamentos de serosa intestinal de bovino; su ventaja era que al ser proteicos eran asimilados por el organismo y reabsorbidos.
Wilhem Conrad Von Röntgen
Radioscopia. En 1895 Wilhem Von Röntgen (1845-1923) realizó la primera radiografía, lo que supuso una revolución para las intervenciones traumatológicas. El origen de este descubrimiento fue la observación de la fluorescencia que ciertas sales metálicas expuestas a la luz emitían en una pantalla próxima a un estanque. A la vista de este resultado pidió a su esposa que colocase la mano sobre una placa fotográfica y, al hacer incidir sobre ella los rayos, obtuvo la primera radiografía de la historia.
Y sigamos con:
Louis Ombrédanne
Otro brillante fogonero francés fue Louis Ombrédanne. Era cirujano infantil, con especial dedicación a la ortopedia y traumatología, pero que también hizo aportes en otros campos de la cirugía, siendo uno de los innovadores en el tratamiento del hipospadias y la rinoplastia. Entre 1910 y 1930 estudió el alargamiento de extremidades con el uso de fijador externo. En 1925, publicó un texto de cirugía infantil: Precis clinique et operatoire de chirurgie infantile y en 1929 aparece en París como uno de los fundadores de la Sociedad Internacional de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SICOT). Desarrolló una máscara para anestesia. Con fama de autoritario y bonvivant era, no obstante, conocido por ser extremadamente afable con los niños.
Hugh Owen Thomas
Considerado por los historiadores de la ortopedia británica como el abuelo de la especialidad. Nacido en Liverpool, fue hijo de un curandero polemista que decidió que sus hijos, cinco, estudiaran Medicina para evitarles problemas. Se formó en Londres, pero básicamente fue autodidacta y tenía una gran consulta que atendía con dedicación plena y sin vacaciones; en ella recibía casos insólitos de fracturas antiguas de marinos que llegaban de distintos puntos del mundo. Diseñó aparatos ortopédicos, férulas y tratamientos conservadores. Su Diseases of the Hip, Knee and Ankle Joint, publicado en 1875 fue una de las primeras obras de la naciente especialidad, al igual que The principles of Treatment of Diseased Joints. Se le debe la maniobra que lleva su nombre para poner en evidencia la coxaflexa. La traumatología fue una de sus actividades preferidas y plasmó sus conocimientos en dos volúmenes sobre Fractures, dislocations, deformities and diseases of the lower extremities.
Robert Jones
Tal vez el traumatólogo más notable del cambio de siglo fue Sir Robert Jones (1857-1933). Sobrino de Thomas y su discípulo, Robert Jones sería el padre de la cirugía ortopédica británica y para algunos el mejor del mundo en su tiempo. Supo unir a principios del siglo XX la cirugía ortopédica, los cuidados y la protección gubernamental a los niños tullidos. Creó un sistema de clínicas periféricas a las que se desplazaban cirujanos, enfermeras y fisioterapeutas en forma de red asistencial; la base central quedó en Oswestry y así formaban entre todos un distrito sanitario. Esta coordinación fue la base que permitió crear 1948 el Servicio Nacional de Salud.
Viajó a Liverpool para formarse en su Facultad de Medicina junto a su tío; se diplomó en 1889. En 1890 creó con ayuda filantrópica el Royal Liverpool Hospital para niños, junto con la colaboración de la enfermera Agnes Hunt; desde la muerte de Jones en 1933 este hospital lleva el nombre de ambos.
En 1896 se trasladó a Würzburg para conocer las ventajas de la exploración radioscópica y la introdujo en Gran Bretaña. En 1896 publicó el primer artículo del uso clínico de los rayos X para localizar una bala en una muñeca, siendo el primero que obtuvo una radiografía en Inglaterra.
Durante la I Guerra Mundial puso orden en la asistencia a los soldados heridos para que fueran tratados por cirujanos expertos y seguidos hasta su reincorporación civil. Nombrado Inspector de Ortopedia Militar con el grado de general tuvo colaboradores que llegaron a ser importantes profesores en hospitales universitarios.
En 1918 instó a colegas para formar la British Orthopaedic Association y en el período 1929-1933 fue fundador y primer presidente de la SICOT y a la vez presidió su primer congreso en 1930 en París.
Introdujo en su práctica quirúrgica las medidas de asepsia y el primero en propugnar el uso de batas, gorro, mascarilla, guantes y la técnica de “no tocar”. Su obra sobre cirugía ortopédica es considerada como el primer tratado en abordar de manera sistemática el diagnóstico y tratamiento de fracturas recientes.
Adolf Lorenz
Nacido en Weidenau en 1854 en la Silesia del Imperio austro-húngaro y actual República Checa. Cirujano ortopédico austriaco era un inteligente hijo de posadero que fue admitido en la Universidad de Viena gracias a sus méritos. Lo fue en la prestigiosa Escuela de Medicina donde ensañaban Semmelweis, Billroth y Sigmund Freud; destacó pronto como cirujano ayudante de Eduardo Albert (1841-1900). En 1901 fue uno de los fundadores de la Sociedad Alemana de Cirugía Ortopédica.
Es reconocido por sus trabajos en las deformidades de los huesos. Siendo joven ayudante tuvo una reacción alérgica al ácido carbólico, muy utilizado en los quirófanos, por lo que se vio obligado a dejar la cirugía y se convirtió en un “cirujano seco”, tratando a los pacientes ortopédicamente creando la llamada “escuela vienesa sin sangre” para lo que desarrolló técnicas no invasivas. Modificó el tratamiento para la luxación congénita de cadera, reduciéndola bajo anestesia y colocando al paciente en una férula de yeso para mantener la cadera en aducción y rotación externa. También desarrolló una ayuda para andar que medía el movimiento, un tratamiento manipulador para el pie equino y, por medio de poleas y tracción, un mecanismo para corregir la escoliosis.
En 1902, llamado para tratar a la hija de un magnate norteamericano afecta de displasia de cadera, en que habían fracasado otros colegas y tratamientos, tuvo tal éxito y fama que fue invitado a la reunión de la AMA (American Medical Asociation) en New Orleans y a Dallas, donde contribuyo a la consolidación del Texas Baptist Memorial Sanitarium, base del centro ortopédico de referencia mundial que es la Baylor University Medical Center. Fue recibido por el presidente T. Roosevelt.
Se retiró en 1924 y falleció en 1946; fue nominado para el Premio Nobel de Medicina ocho veces entre 1923 y 1936, premio que nunca ganó y que perdió por un único voto en su primera nominación. Cinco décadas después, 1973, su segundo hijo, Konrad Lorenz (1903-1989), biólogo, obtuvo el prestigioso galardón por el desarrollo de la Etología.
Fue uno de los fundadores de la Sociedad Alemana de Cirugía Ortopédica. Modificó el tratamiento del pie zambo, la escoliosis y sobre todo de la displasia y luxación congénita de cadera, motivo de su gran influencia en la medicina de los EE.UU. El fogonazo de Lorenz fue repetido y multiplicado allende los mares por médicos americanos que, en viaje de ida y vuelta, prestigiaron la ortopedia mundial.