Conferencia que pronunciará el Dr. D. Pedro Luis Pérez Frías, Tte. Coronel del Ejército de Tierra, Diplomado de Estado Mayor, miembro del Grupo de Investigación Crisol Malaguide de la Universidad de Málaga, socio numerario y Vicesecretario de la SEMA.
Introducción a cargo de la Dra. Dña. Marion Reder Gadow, Catedrática de Historia Moderna de la Universidad de Málaga, de la Real Academia de S. Telmo y socia electa de la SEMA.
Martes, 20 de marzo de 2018. Aula de Cultura Cajamar de Málaga.
El Barrio Obrero “América” debe sus orígenes a la catástrofe natural de las inundaciones que afectaron a Málaga en el 1907 y que afectaron especialmente a los barrios de la Trinidad y el Perchel. El ponente ha traído a la luz en esta conferencia abundante documentación sobre lo que ocurrió año a año, y que nos permite saber cada uno de los pasos dados por quiénes fueron los artífices de llevar a cabo un proyecto destinado a proporcionar vivienda a malagueños que lo perdieron todo en aquéllas inundaciones.
Ante la magnitud de la catástrofe, la Sociedad Económica de Amigos del País y el periódico El Popular de Málaga, con su director, Pedro Gómez Chaix, a la cabeza, deciden recoger donativos de distintas instituciones y personas. Finalmente, en 1910, se crea un Patronato que se encargará de poner en marcha el proyecto de construcción de nuevo barrio. El encargado de realizar la Memoria del proyecto es el arquitecto Fernando Guerrero Strachan. En la recogida de fondos destaca también el papel que juegan el diario La Prensa de Buenos Aires, un grupo de españoles residentes en Tampa (en el estado de Florida, Estados Unidos) y el Gobierno de Honduras. Todos ellos reciben un reconocimiento expreso en la elección de la denominación de las calles del nuevo emplazamiento de viviendas.
En 1912 se adjudican las primeras casas y en 1919 aparece ya el barrio en las líneas perimetrales del término municipal de Málaga. En 1946, el barrio se amplía alrededor de la plaza de Guerrero Strachan.
Actualmente, tal y como el ponente demuestra con abundante documentación gráfica, quedan muy pocas de las viviendas originales y la mayoría de las calles han cambiado su denominación. Únicamente, y como salvedad, todavía puede encontrarse la calle Tampa. Es notorio también que el callejero no recoja las razones por las que estas calles recibieron su nombre, y que fue en expreso agradecimiento al importantísimo papel jugado en la creación del Barrio Obrero “América”.