Abrió el acto el vicepresidente segundo de la SEMA, doctor Aurelio Pérez Jiménez. En el Laudatio de la nueva socia Numeraria de la Sociedad Erasmiana de Málaga, el doctor Javier Pérez Frías fue desglosando los méritos acumulados durante sus muchos años de actividad en lo que él denominó “vidas distintas”. Destacó sus numerosos logros académicos, profesionales y artísticos, haciendo especial mención a que los escogidos por él eran apenas una parte de lo alcanzado por ella.
A lo largo de su conferencia la doctora Paloma Soria fue adentrándose en los complejos significados de la palabra, la música, los sonidos o la voz humana (sea o no en forma de canto), y cómo esos conceptos se relacionan entre sí, a veces para potenciar su valor. La palabra, indicó ella, es ingenio, creatividad, no es algo material; viene del espíritu… como la música. Las palabras hermanadas con una entonación pueden trasmitir significados muy diferentes. La palabra más la voz, más la entonación, más la música pueden cambiar completamente su capacidad para trasmitir emoción. Y así lo demostró en el primero de los ejemplos.
A continuación, se preguntó si hacemos música la hablar. Y fue ejemplarizando la idea utilizando una frase tan sencilla como “Ven aquí”. La entonación es la clave, afirmó, y lo demostró claramente escenificando variaciones. La melodía lingüística es algo fácil de comprobar en los idiomas. Aun con distintas matizaciones localistas, poco tienen que ver el español, el francés o el danés.
Pensamiento y palabra se apoyan entre sí. Matizó que nuestra cultura tiene las raíces en el latín y antes en el griego; tenemos una musicalidad propia. La relación entre las palabras es profunda y fascinante. Crea conexiones consigo mismo y con los otros, la audiencia.
Más tarde profundizó en la gran semejanza entre la poesía y la música. Hablar es distinto de recitar y, a su vez, de cantar, pero todas dependen de la armonía, reflexionó. La relación entre la poesía y la música ha sido un constante motivo de creatividad. Entre otros ejemplos citó al Romancero gitano donde las palabras cantan. En ese recorrido de música poética, acabó su conferencia deteniéndose en varias poesías de Miguel Hernández, en las que se acompañó de sus propias composiciones musicales.
El doctor Ángel Rodríguez Cabezas centró la contestación al discurso sobre el hermanamiento de la palabra y la música en el cante flamenco, profundizando especialmente en las referencias a los temas médicos de las letras.
