La vida no es cuestión de tener buenas cartas,
sino de jugar bien una mano pobre.
Robert Louis Stevenson
Robert Louis Balfour Stevenson (Edimburgo, Escocia, 13 de noviembre de 1850 -Vailima, Samoa, 3 de diciembre de 1894) también conocido como Robert L. Stevenson o R.L. Stevenson fue novelista, cuentista, poeta y ensayista británico. Su legado es una vasta obra que incluye crónicas de viaje, novelas históricas y de aventuras, obra lírica y ensayos.
Se le conoce por ser el autor de algunas de las historias más populares de la literatura como La isla del tesoro, Secuestrado, la novela histórica La flecha negra y la popular novela de terror El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde, dedicada al tema de la personalidad escindida y que puede ser calificada como relato psicológico. Varias de sus obras continúan siendo populares y algunas han sido adaptadas al cine y televisión.
Tusitala –como era llamado en Samoa R.L. Stevenson– reposa en una sencilla tumba bajo este epitafio:
… “Aquí yace donde quería yacer;
ha vuelto el marinero, ha vuelto del mar;
y el cazador ha regresado de la colina”.
Su vida fue tan apasionante como lo fue su obra. O más. Enfermo crónico desde la infancia, asmático, tuberculoso y quizás – solo quizás – afecto de alguna forma leve de fibrosis quística; Robert Louis nació en el seno de una acomodada familia escocesa en plena era victoriana y decidió vivir y morir bajo el sol del Pacífico, casi donde situó imaginariamente su Isla del Tesoro.
Nacido en Edimburgo, fue hijo único del abogado y constructor de faros Thomas Stevenson y de Margaret Isabella Balfour (1830-1897). Originalmente bautizado como Robert Lewis Balfour; cuando contaba dieciocho años, su padre hizo que le cambiaran el Lewis por la versión francesa Louis, para evitar las asociaciones con un político radical de igual nombre. Su abuelo, Robert Stevenson, sus tíos Alan y David, sus primos y otros familiares fueron todos ingenieros constructores de faros. La familia de su madre debía su apellido a Alexander Balfour, y eran terratenientes escoceses desde el siglo XV. El escritor Graham Greene, fue sobrino nieto de Robert Louis Stevenson por línea materna.
La salud de su madre estaba constitucionalmente debilitada y padecía de enfermedades respiratorias, que heredaría Stevenson y que padeció hasta el fin de sus días. El clima escocés, de veranos frescos e inviernos lluviosos, era muy inconveniente tanto para la madre como para el hijo, que por consejo médico pasaban muchas mañanas en cama. Para aliviar a la madre la familia contrató en 1852 a la niñera Alison Cunningham, llamada ‘Cummy’, quien impresionaba tanto al pequeño Louis con su calvinismo austero y sus historias truculentas que provocaron que el niño comenzara a tener pesadillas por las noches.
Su obra resultó fuertemente influida por las experiencias infantiles. Cummy se preocupaba por él de manera conmovedora cuando yacía enfermo en cama y le leía pasajes de obras como Pilgrim’s Progress del pastor calvinista John Bunyan y de la Biblia. Su obra A Child’s Garden of Verses, que apareció en 1885 – cuando el contaba 35 – sigue siendo un título favorito en Gran Bretaña; se inicia con una dedicatoria a su niñera. Margaret Stevenson llevó un diario sobre la vida de su hijo, a quien llamaba familiarmente ‘Lou’ o ‘Smout’ (en escocés, salmoncito), hasta que cumplió treinta y nueve años, por lo cual estos años de Stevenson están muy bien documentados.
Analfabeto hasta los 8 años, a partir de 1857 Stevenson asistió a la Mr Henderson’s School, aunque por razones de su precaria salud solo podía participar en clases durante dos horas diarias. Tras pocas semanas, una bronquitis acabó con su asistencia regular a la escuela y comenzó a recibir clases particulares. Cuatro años después ingresó en la Edinburgh Academy, escuela superior que abandonó a los trece años. Tras una breve estancia en el internado de Spring Grove, en las cercanías de Londres, regresó a casa para asistir desde 1864 a una escuela privada de su ciudad natal.
Durante su juventud escribía constantemente ensayos e historias. El primer libro histórico del joven Stevenson, Pentland Rising, que escribió en la tradición de las novelas de Sir Walter Scott, apareció en 1866. Para los editores no constituía riesgo alguno, puesto que su padre se había tenido que comprometer a comprar los ejemplares que no hubiesen sido vendidos, práctica habitual entonces. Y ese fue el caso; la novela era de escaso valor literario pero veinte años más tarde, cuando el autor ya era famoso, la obra llegó a alcanzar precios exorbitantes.
Ingresó en la Universidad de Edimburgo como estudiante de Ingeniería Náutica. La elección de la carrera, más por la influencia paterna que por gusto propio, le llevó al temprano abandono de la ingeniería en pos del estudio del derecho y en 1875 empezó a practicar la abogacía. Tampoco tuvo una carrera brillante ni prolongada en este campo, ya que su interés se centraba en desarrollar su vocación de escritor.
Poco después aparecieron en él lo que se consideraron primeros síntomas de la tuberculosis e inició una serie de viajes por el continente europeo. Tras realizar distintos itinerarios, en Grez (Francia) conoció a Fanny Vandegrift Osbourne, norteamericana, once años mayor que él (36 frente a 25), casada, separada y con dos hijas. Stevenson se enamoró de ella, y cuando esta regresó a California junto a su marido, con ánimo de divorciarse, el joven escocés no pudo más que vagar deprimido por las orillas del Sena esperando noticias de su amada.
Él publicó su primer libro en 1878. Ella concluyó su divorcio en Estados Unidos, y Stevenson la siguió un año después. Se casó con Fanny en 1880, a los treinta años. La pareja vivió un tiempo en Calistoga, en el Lejano Oeste.
A partir de ese año su salud comenzó a empeorar. El matrimonio se mudó inicialmente a Edimburgo, más tarde buscaron alivio en los sanatorios alpinos de Davos, Suiza, y finalmente se instalaron en una finca que el padre de Stevenson les regaló, en el balneario de Bournemouth. Tres años más tarde partieron a Nueva York, donde Stevenson hizo amistad con Mark Twain, autor de Las aventuras de Tom Sawyer, y con Henry James. Tras una breve estancia en San Francisco, decidieron realizar un viaje hacia las islas del Pacífico Sur, donde finalmente se establecieron con los hijos que aportaba Fanny de su anterior matrimonio y la señora Stevenson, su madre, ya viuda.
La relación de Stevenson con los aborígenes —que lo bautizaron como Tusitala (‘el que cuenta historias’)— siempre fue cordial. Stevenson, por otra parte, se implicó en la política local: de hecho, el escritor tomó partido por uno de los jefes contra la dominación alemana del archipiélago y escribió en la prensa británica sobre la penosa situación samoana.
También es autor de una conocida carta abierta, Defensa del Padre Damián –el misionero corazonista de Molokay- en la prensa de Sídney, Australia, publicada el 25 de febrero de 1890, contra –ojo a la coincidencia– el reverendo C. M. Hyde, de Honolulu, en Hawai, a raíz de la opinión sustentada por el religioso presbiteriano, quien lanzó poco después de la muerte del Padre Damián opiniones que desacreditaban al misionero belga. Esta Carta abierta, que recorrió el mundo, sentó las bases de la fama internacional del misionero en el mundo angloparlante.
Stevenson murió en 1894 de una hemorragia cerebral, tan sólo una hora después de terminar de dictar a su esposa un párrafo de su novela más ambiciosa, Weir of Hermiston. Un año antes había relatado en una carta:
“Durante catorce años no he conocido un solo día efectivo de salud. He escrito con hemorragias, he escrito enfermo, entre estertores de tos, he escrito con la cabeza dando tumbos”.
(Este párrafo del propio R.L., las enfermedades que lo persiguieron desde la infancia y durante su juventud, el hecho de ser hijo único, la enfermedad respiratoria crónica de la madre y que él mismo no tuviese descendencia, unido todo ello a su relativamente precoz fallecimiento, me hacen pensar que quizá tuviese una patología de base no descrita, por no conocida entonces, que bien pudiese ser fibrosis quística. Veremos. Conocida era también su afición al alcohol, lo que le había acarreado diversos problemas de salud.).
Fue enterrado en la isla de Upolu, cerca de la pequeña localidad de Vailima donde residía, en las faldas del volcán Vaea, próximo a Apia, la capital de Samoa.
Su popularidad como escritor se basa en los emocionantes argumentos de sus novelas fantásticas y de aventuras, en las que siempre aparecen contrapuestos el bien y el mal, a modo de alegoría moral que se sirve del misterio y los peligros constantes que arrostran sus protagonistas. Cantor del coraje y la alegría, dejó una gran obra llena de encanto, con títulos inolvidables. Celebridad literaria en vida, sus historias, entretuvieron y entretienen –libros o cine– a jóvenes y no tan jóvenes de generación en generación.
Tusitala reposa, en la frondosa falda de un volcán de los Mares del Sur, con esta vista y bajo una sencilla tumba con el epitafio que el mismo escribió:
Under the wide and starry sky,
Dig the grave and let me lie.
Glad did I live and gladly die,
And I laid me down with a will.
This be the verse you grave for me:
“Here he lies where he longed to be;
Home is the sailor, home from sea,
And the hunter home from the hill”.
Requiem.- Robert Louis Stevenson (1850-1894).
Bajo el vasto cielo estrellado
cavad una tumba y dejadme yacer allí.
Alegremente viví y con alegría moriré,
acostado con un último deseo.
Que sea éste el verso que graben para mí:
“Aquí yace donde quería yacer;
ha vuelto el marinero, ha vuelto del mar;
y el cazador ha regresado de la colina”.
Javier Pérez Frías
Catedrático de Pediatría, Universidad de Málaga
Sociedad Erasmiana de Málaga
epistemai.es – Revista digital de la Sociedad Erasmiana de Málaga – ISSN: 2697-2468
Pérez-Frías J. Tusitala. epistemai.es 2021 octubre (15). Disponible en: http://epistemai.es/archivos/4363